
Director: Domonic Paris
Actores:Patricia Lee Hammond, Gerard Fielding
Duración: 86 min
Año:1980
País :EEUU
Argumento
Un grupo de indivíduos se dedican a provocar accidentes y a retirar con posterioridad los cadáveres del asfalto. A parte de la particularidad de provocarlos, hay que decir que los indivíduos son vampiros, y por si esto fuera poco, aún cabe decir que son el sheriff, el médico, el conductor de una ambulancia y el enterrador del pueblo, y no hay que olvidar, que las víctimas de los accidentes están vivas.
Una vez recogidos, son llevados a la funeraria y alli, son mordidos por los vampiros y posteriormente atravesados con una estaca, para que no se descubra el tinglado.
La suegra (siempre son las suegras) de un tío tan cabezón que debía peinarse con un rastrillo, al que por sus santos cojones se le mete en la cabeza que tienen que devolver el cuerpo de la difunta a su casa particular, cuando ya autorizó anteriormente a que se lo llevasen a la funeraria, todo ello símplemente porque sí, es mordida por los vampiros, pero estos no le dan el estacazo de rigor y la buena señora se levanta por la noche y se larga.
Ante el hecho de que pueden ser descubiertos y su tapadera irse al traste, los vampiros se debaten entre encontrar a la anciana y el tio cabezón que dice ahora que han sido ellos los que le han robado el cadáver para, siempre según su derretido intelecto, ganarse unas perras a su costa.
Crítica
Aunque he tratado de contar el argumento de forma distendida y poco seria, tengo que deciros que esta peliculita tiene un argumento que me resulta buenísimo. Daros cuenta de varias cosas. Los vampiros conviven con los habitantes del pueblo, son gente conocida, pasan desapercibidos y el montaje que tienen hecho para llevar a cabo sus fechorias es bastante ingenioso.
Pero ahora viene lo mejor...ponerlo sobre el celuloide.
La película comienza con una musiquilla inquietante, algo así como una especie de prima lejana de cualquier banda sonora de Carpenter, salvando las distancias, claro está, pero que resulta curiosa y machacante en grado sumo.
Las caracterizaciones de los vampiros se limitan a unos colmillos que parecen sacados de un kiosko de arropíes de allá por los 70 y a freir espárragos, el resto que lo pongan los espectadores con su imaginación. Eso sí... se dedican a enseñarlos a la cámara cada vez que pueden para que nos orinemos por la patilla abajo.
Decir que los efectos especiales son del todo a cien me parecería exagerar mucho, pero casi, eso sí, ganas no le faltan.
Lo cierto es que algunos de los vampiros dan mal rollo, pero no sé si es por lo cutre o yo que sé...
Maniquíes que simulan ser uno de los malos al que tiran por la ventana y se nota a poco que te fijes, cadáveres que son recogidos sin que ningún juez intervenga...¿para qué? en dando el visto bueno el sheriff ya está todo dicho, supongo que será una medida para descongestionar los juzgados del pueblo, que se pueden ocupar en asuntos más importantes como por ejemplo podría haber sido dar trámite a la supuesta denuncia que el yerno de la suegra vampira que se escapa, hubiera llegado a interponer. Pero lo mejor, señores todos...señoras todas... lo mejor no es que se vean de vez en cuando los micrófonos de ambiente...no...eso no... lo mejor es que cuando están en la funeraria y la cámara se retira lo más mínimo, se ve que todo es un decorado, ya que se distingue a la perfección que le falta el techo a la supuesta estancia y se ve el fondo como de una nave...
Las escenas de la anciana, a mi juício las mejores, dan grima y deberían ser muy tenidas en cuenta, esto lo digo en serio, pues me parecen lo mejor de la película, ese demabular con mirada extraña, perdida, ante un pueblo que le es familiar y a la vez extraño, sola y buscada por todos, por los vampiros para darle a probar la estaca y por su yerno, que se desvive buscando su cadáver con abnegación absoluta... Lástima que dichas escenas pierdan ese toque tan fantasmal que tienen, tétrico e inquietante, cada vez que la actriz encoge los labios para mostrar a cámara los colmillos del kiosko de la esquina...
Última claqueta
Sería el año 1984 u 85 cuando un sábado por la tarde fui con mis padres a hacer la compra semanal en unos grandes almacenes.
Como era habitual, me perdía entre los cientos de películas que allí había. Ya por entonces, el cine de terror me gustaba a rabiar, aunque luego no pudiese dormir.
Me emperré en que me compraran una cinta con una carátula que me gustó mucho y en cuya trasera se veían fotos con unos efectos especiales bastante buenos, así que, por 375 pesetas, aquella cinta se vino a casa.
Esperé al domingo por la mañana en que me quedé sólo para poder verla. Metí la cassette en el reproductor y presioné PLAY...
Cuando vi las imágenes, se me antojó cutre, pero dije... bueno, los efectos que se ven en la carátula por la parte trasera son buenos, así que no hay problema y proseguí con el visionado.
Los minutos transcurrían y aquello no mejoraba, es más, juraría que había visto por la parte superior de la pntalla un micrófono de ambiente...eché para atrás el vídeo y no había duda...joder, joder, joder...
Bueno... un fallo lo tiene cualquiera, estarán ahorrando efectos para el final, siempre pasa lo mismo, pensé...
La anciana con los colmillos de plastico del kiosko...pero ¿qué cojones era eso? Si yo los compraba mejores que esos y hasta tenían sangre pintada...
¿¿¿¿¿¿Queeee??????
Pero si eso es el decorado y se nota un huevo... y encima la vieja esa mirando a la cámara enseñando los colmillos del kiosko del tio Paco... pero ¿qué es esto? ¿ya? ¿Ya se ha acabado?¿ Y los efectos especiales de la trasera de la carátula?
Pensé que lo mismo había más tras los créditos finales y lo pasé rápidamente y... unas narices... la cinta se paró y comenzó a rebobinar...
Me sentí estafado.
Lo que más rabia me daba no era ni los micrófonos de ambiente, ni los dientes del kiosko ni tan siquiera que se viera el decorado... no... lo peor era que yo la había comprado por las imágenes de la carátula y allí no salía nada de eso...
Me dio tanta rabia que paré el video, saqué la cinta y la tiré a la basura, no sin antes haberle sacado todo el carrete y cortado en varios trozos como venganza.
Pero he aquí que pasaron los años y un buen día, hará dos o tres, de repente y sin saber por qué me vino a la mente este título..."Terror en la funeraria".
Y me dio por buscarla en internet. No me fue fácil dar con una copia en condiciones, pero la encontré por cuatro perras, que me costó más los gastos de envío que la cinta y cuando la recibí, con el recuerdo de que la había tirado ya una vez, la guardé, hasta encontrar el momento oportuno, que no llegaría hasta hace unos días en que me volví a acordar y me dio por ponerla.
Lo mejor de todo es que al verla de nuevo, a sabiendas de lo que hay, tengo que decir que, aunque es una cutrada, tiene su encanto, para partirse de risa de lo cutre que es, o porque la vi de niño.
La volví a adquirir por nostalgia y resulta que en tres años, se ha revalorizado su precio considerablemente, con lo cual, a parte de que es un recuerdo de mis inicios en mi cinefagia crónica, ya es pieza de colección.
Me resulta curioso el hecho de que cuando la vi por primera vez, la desprecié injustamente, pues la película está hecha con despreocupación total y se ve y se palpa, vamos, yo creo que está mal hecha a conciencia y para que el personal la pusiera a parir, porque no es posible tal cúmulo de despropósitos si no es a posta, pero con momentos ciertamente curiosos, y ahora me ha hecho gracia... ¿Debería preocuparme? ¿Tenía antes mejor criterio que ahora?¿Acaso he visto tanto cine de derribo que ya cualquier cosa me vale?
Para nada amigos... Terror en la funeraria es lo que es, para un público muy pero muy selecto, con ganas de tener la tele encendida y echar el rato con los amigotes mientras comentas otras cosas, pero sobre todo, fue la cinta que más odie en mi infancia.
Lo mejor de todo vino cuando mi padre me preguntó que si la había visto y que como estaba...
Le respondí que estaba muy chula y que me tenía que ir a hacer las tareas del cole...
Esta vez no voy a poner una frase como colofón, ya que para mí esta película es especial y cargada de sorpresas, he de contaros que me ha dado otra sorpresa más al cabo de los años. Al leer el argumento en la famosa parte trasera de la carátula, tan a su manera, diciendo que el horror y la sangre son la esencia de la película (sin comentarios), y sonreír, por qué no decirlo, al leerlo, descubrí algo... El nombre del dueño de la funeraria Lucard... Leedlo al revés...
DRACUL
Que cada cual saque sus propias conclusiones...