miércoles, 23 de diciembre de 2015

Felices Fiestas

 








Villancicos, zambombas, comilonas, luces, ragalos, petardos, uvas, cabalgatas...

Las últimas fiestas del año nos meten de lleno en las fiestas del nuevo año, con el  día de San Silvestre, donde todo termina, donde todo comienza, donde deseas acabar con ciertos hábitos, cuyo abandono vas postponiendo primero hasta Reyes, luego hasta el día quince y al fin, postpones indefinidamente...
La noche del 31 es el lugar donde lo viejo y  lo nuevo se unen, donde todo quieres que mejore, donde todo lo malo quieres que desaparezca o se mitigue...
Hay quien es creyente, hay quien no cree en nada, incluso hay quien pasa olímpicamente de la Navidad, unas fechas para el exceso, el consumo, los regalos inútiles y los buenos deseos hacia el prójimo que, sólo pasa hambre y frío en estas fiestas...
Apesar de todo lo que en el mundo hay de malo, de dolor, de tristeza, de injusticias... disfrutad de la navidad, con vuestras familias, con vuestros amigos, disfrutad del momento, atesoradlo... pues con el comienzo del nuevo año, una vez más, nos daremos cuenta de que todo aquello de
lo que queríamos huír, nos ha seguido...
A fin de cuentas, el tiempo es algo que inventó el hombre, un ser efímero...


FELICES FIESTAS Y PRÓSPERO 2016

lunes, 16 de noviembre de 2015

Wirmwood: La carretera de los muertos

Director: Kiah Roache-Turner
Actores:  Jay Gallagher, Bianca Bradey, Leon Burchill
Duración: 92  min
Género: Terror
Año:2014
País : Australia







Argumento

Un apocalipsis zombie se ha desatado. Un hombre trata de encontrar a su hermana en un mundo arrasado por hordas de muertos vivientes mientras intenta sobrevivir.

Crítica

Puede que al leer el argumento uno diga...puajs...otra de zombies... Pues sí señor, otra de zombies... pero que "otra" señores...
Para empezar es bizarra y descarada, llenando de aire fresco la nueva era de pelis zombies que ya empiezan a ser multitud y entre las que es bastante complicado destacar.
Si a una peli de zombies le metes lo que el género requiere, es decir, casquería fina, muertes violentas, desmembramientos y todas las lindezas a las que nuestro querido George A. Romero nos habituó, de superproducción nada, porque las pelis de miedo no abarrotan salas y hoy en día lo que prima es que al cine vayas con la mujer y de la manita de tus hijos, la suegra y hasta el perro, para que todos juntos en unión disfrutemos de una basura a la que la han calificado de "terror".
Nos queda a los amantes del género, el bajo presupuesto, como siempre, ¿he dicho bajo presupuesto? vale...pues bajadlo aún más...
A pesar de sus limitaciones, esta peli es leña de principio a fin, sin ser explicita ni contar con las dosis de casquería habituales, la hemoglobina no falta.
Divertida, salvaje, bestia y con un cartel de los que molan a los de la vieja escuela, es una peli muy recomendable para ver con los amigotes, siempre y cuando, a todos les guste el género zombi, por supuesto y las roads movies.

Última claqueta


Estas producciones, que salen directamente a DVD, se pueden permitir el lujo de ser salvajes sin recelos, porque el que tire de ellas ya sea en los pocos videoclubs que quedan o de una estantería de unos grandes almacenes, sabe a lo que va y no se va a rasgar las vestiduras.
Las grandes producciones me gustan, me siguen gustando, por supuesto, pero mis gustos están girando desde hace ya algún tiempo hacia un cine más apartado de la línea efectista y más cercano a un buen argumento, aunque yo tenga que ponerle imaginación a la película y ayudarla un poco en el sentido de lo que falta...
Lo que no entiendo ni entenderé nunca es porqué tienen que añadir al título original esas especie de "aclaraciones" para que sepamos de qué va la película. ¿No existen los argumentos en las caratulas? ¿No se supone que la carátula ya es lo suficientemente llamativa como para que la cojas de la estantería, le des la vuelta y leas de qué va?
La carretera de los muertos... es de unos muertos que van por la carretera... una carretera que pertenece a los muertos... muertos que viajan por carretera...una carretera plagada de tumbas o adoquinada con lápidas... patético.
Un día haré un recopilatorio de "traducciones" de títulos para dummies.

"...vino hacia mí, yo eché a correr gritándole que parara... pero él seguía avanzando..."

Hidden: Terror en Kingsville

Director: Matt Duffer/Ross Duffer
Actores: Alexander Skarsgard, Andrea Riseborough, Heather Doerksen  Duración: 85  min
Género: Apocalíptica
Año:2015
País :EEUU








Argumento 

Una familia tiene que dejar su casa y esconderse bajo tierra en el primer refugio que encuentran. Pasa el tiempo y saben que lo que quiera que sea, continúa merodeando ahí fuera, buscándolos sin tregua...

Crítica

Esta es la típica película que a los seguidores del género apocalíptico a los que la falta de presupuesto no les importe mucho, estoy seguro de que les gustará.
Salvo algunos recuerdos de cómo se originó el desastre, todo transcurre bajo tierra, con los problemas propios de un confinamiento prolongado, en la que unos padres y su hija, aguantan el tirón esperando no se sabe qué, salvo que ellos los encuentren...
Lo cierto es que me ha gustado, dentro sus limitaciones, es una película honesta, no engaña, quizá algo lenta en su primera mitad, donde se dedican más a matizar cómo enfrentan cada uno de los padres el día a día y cómo hacerle entender a la niña  lo que ocurre.
La interpretación de la niña es fantástica, increíble, para mí, la mejor actriz de la película.
Ambientación correcta, pocos efectos, oscuridad y mucha imaginación, con un final que aunque da una vuelta de tuerca, no es una vuelta pasada de rosca, sino más bien un tanto predecible, aunque no por ello deja de ser una película interesante.
Abstenerse los que busquen acción a raudales porque se centran más en el día a día cotidiano y en los personajes que en escenas de acción.

Última claqueta

Siempre que el apocalipsis se desata, lo que nos mola ver a es antihéroes machacando ratas del desierto por un tanque de gasolina, al menos a los que nos hemos hecho seguidores del género desde allá en los 80.
Aquí nos encontramos con una familia cualquiera, una imágen más real de lo que podría ser un día a día tras un desastre y... lo cierto es que acojona...

"No papá... no es verdad... ya no estamos bien"

martes, 10 de noviembre de 2015

Sinister 2

Director: Ciaran Foy
Actores: James Ramsone, Shannyn Sossamon,RobertDaniel Sloan, Dartanian Sloan, JAdaden Klein
Duración: 97 min
Género: Terror
Año:2015
País :EEUU







Argumento

Un expolicía reconvertido a detective, investiga una extraña historia sobre un demonio vinculado al mundo de las imágenes y cuyas fechorías son filmadas por los niños a quienes acaba llevándose.
Una mujer y sus dos hijos viven en una casa que a su lado tiene una iglesia abandonada donde se cometió un crimen atroz. Los niños interactúan con unos fantasmas de otros niños que les obligan a ver las películas que filmaron asesinando a sus familias...

Crítica

El misterio, la sensación de imágenes sucias y malsanas filamdas en super 8 y la intranquilidad de la primera parte, para mi gusto una de las mejores películas de terror de estos últimos tiempos de pseudoterror, desaparecen por completo, dejando un producto aburrido, con subtramas que a nadie interesan y que se nota que están metidas para rellenar metraje.
La banda sonora, magistral en la primera, parte no ya fundamental de ese mal rollo que aquella metía, sino pieza yo diría que hasta maestra para el mismo, deja paso a una lejana reminiscencia de aquella, con el corte principal de la primera sólo en los créditos finales.
Lo que en un principio es un acierto de esta nueva entrega, el hecho de que todo se vea y gire en torno a cómo de desarrollan los hechos vistos a través de los niños y desde su punto de vista, acaba siendo repetitivo y tedioso, dejándo todo en manos de las filmaciones en super 8 que, dicho sea de paso, carecen del impacto y fuerza visual del primer film, subiendo por contra, el nivel de gore, perdiendo con ello ese toque de no mostrar y dejar que sea el espectador quien se imagine lo que más miedo le de, del que la primera parte hacía gala.
No conecté con los personajes, ni con la historia, que se me antojó una sucesión de imágenes de corte retro que intentan imitar los crímenes de Saw, resultándome ridículo el que se supone que es el plato fuerte de todas las filmaciones, la del niño fantasma bien vestido y líder del grupito de fantasmitas, que durante todas sus apariciones sale con el ojo izquierdo entreabierto a lo Clint Eastwood antes de desenfundar en los films de Leone.
Para ver por completismo, más que nada.
Los sustos están basados en subir los decibelios hasta que se te salten los plomos después de ir casi anunciando lo que va a pasar y, por supuesto, acertando, a poco cine de terror que hayais visto.

Última claqueta

Poco me sugirió, fuera del ámbito cinematográfico, esta película, más allá de la nostalgia por los métodos de grabación, filmación, en este caso, analógicos.
Por hablar de algo en este apartado, podemos hacer esa distinción, entre filmar y grabar, que no es lo mismo.
Filmar... se filma sobre película, película de cine en sus distintos formatos,8, super 8, doble 8, 16, 35...
Grabar se graba en cinta.
Ambos formatos analógicos. 


"No puedes detener el mal... Sólo protegerte de él..." 

domingo, 8 de noviembre de 2015

Adios Leatherface

Nos ha dejado uno de los actores que encarnó a uno de los asesinos más brutales del celuloide:Gunnar Hansen, más conocido como Leatherface, de La matanza de Texas.
Un icono del cine de terror.
                                                                                                           

                                                                                               Descanse en paz...

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Comparaciones Odiosas


En el mundo del cine, donde las ideas se usan una y otra vez, se hacen revivals, refritos, secuelas, precuelas, versiones... muchas veces nos encontramos con películas que narran historias desde puntos de vistas diferentes, aun tratando el mismo tema, personajes, etc.
En esta sección, hablaré de títulos que se pueden comparar y que de hecho, todo buen cinéfilo compara, la nueva versión que está encartel con la anterior del mil novecientos y pico, según el caso. Pongamos un ejemplo...¿cuántas vesiones se han hecho de Drácula?¿Cuál es la que más, en mi caso y respetando por supuesto las preferencias de todo el mundo, me gusta?

Toda comparación es odiosa, incluso siendo buenas ambas partes, pues cada película es única e irrepetible en uno o varios aspectos, para bien o para mal.

martes, 20 de octubre de 2015

Marte (The martian)

Director: Ridley Scott
Actores: Matt Damon, Jessica Chastain, Kate Mara, Michael Peña, Donald Glober
Duración: 142 min
Género: Ciencia Ficción
Año:2015
País :EEUU







Argumento 

Durante una expedición a Marte, los tripulantes de una nave espacial se ven sorprendidos por una fuerte tormenta de arena que puede poner en peligro su regreso.
Mientras están recogiendo todo para salir del planeta, la fuerza de la tormenta hace que pierdan el contacto con uno de los tripulantes, dándolo por muerto. Cuando despierta, descubre que está herido y que el resto de la tripulación se ha marchado, quedando solo en el planeta, sin apenas comida, ni agua, pero con unas instalaciones que le daran cobijo y proporcionarán oxígeno, mientras intenta enviar un mensaje para que lo rescaten...

Crítica 

Si tuviera que dar una calificación de cero a diez a esta película, debo decir que mi nota, totalmente personal, por supuesto, estaría entre un cinco y un seis, sin llegar nunca a ser seis.
No logró engancharme, maticemos eso.
Realmente el paseo por Marte es impresionante, cargado de detalles, de esos desiertos de suelo oxidado, de soledad, de dureza extrema para la vida humana, tan extrema que es imposible sin soporte vital, maravilloso y a los que nos enamora el espacio, la idea de visitar otros mundos, ver otros cielos o nuestro propio Sol desde otro cuerpo celeste, sin duda quedarán satisfechos.
Pero se acabó lo bueno, si nos saltamos la banda sonora que en ciertos momentos insufla paz, la paz de un desierto enorme, un mundo desierto, donde sólo el sonido del viento que levanta la fina arena marciana es tu acompañante.
Personajes planos... qué digo planos, con cero desarrollo, repetición de chistes más de una vez (referente al gusto musical de la manda más de la tripulación), los personajes no transmiten.
En ningún momento me sentí identificado, ni  empatizado, ni nada que se le parezca a ninguno de ellos, ni siquiera al de Damon, que afronta su horrible y segura muerte en el planeta, dandonos explicaciones de todo lo que ha hecho, lo que está haciendo y lo que hará.
En un principio, tanto nivel de detalle, gusta, quieres saber todo y saborearlo, pero cuando se repite una y otra vez la fórmula, empiezas a aburrirte.
Por otro lado está el tema de que la acción del personaje principal, es constantemente torpedeada por la aparción de los cerebros que se encuentran en la Tierra, rompiendo la poca sensación de soledad que se produce, cosa a la que no ayuda precisamente, que el personaje de Damon esté constantemente haciedo chistes sobre su situación, que si lo volveis a pensar, es gravísima, y el tío es feliz haciendo cuentas, racionando comida, creando artilugios, como si el personaje se hubiera leído el guión de la película y supiera que por muchas calamidades que le ocurriesen, se va a salvar.
Repito, los chistes, mal. Si se plantea que un tío se queda sólo en un planeta sin posibilidad de sobrevivir más allá de unos cuantos "soles", no creo que nadie tenga ganas de guasa, ni de narrarle al mundo lo que va a hacer, pero debieron pensar que si uno ha de palmarla en Marte, lo mejor es hacerlo con una sonrisa.
Aquí, este Robinson no tiene ningún Viernes, ni pelota a la que hablarle, ni los necesita. Él solito se basta y se sobra para estar hablando durante todo el rato.

Me fue inevitable hacer comparaciones...me acordaba de Gravity, me acordaba de Moon, de Europa One...
Cómo es posible que con semejante argumento no me divirtiera como en las mencionadas.
Gravity me sobrecogió por esa sensación de soledad, de vacío espacial, de ver cómo algo tan bello como es el espacio, puede ser tan horrorosamente mortal.
Moon... soledad controlada, a la espera de que se termine, misterio, abandono.
Europa One... Pisar un planeta por vez primera, observar su cielo distinto, ver nuestro querido Sol desde allí.

Nada de esto me produjo esta película, salvo brevísimas pinceladas con los hermosos paisajes, como he dicho anterormente.

Llegados a este punto debo decir que, con todo, la recomiendo, pero no llegando con la exigencia con la que yo entré a la sala, sabiendo lo que hay, os divertireis más. Prometa más de lo que da, pero lo que da es suficiente si te gustaría dar un paseito de dos horas y pico por Marte, como digo, en ese apartado, impecable, impresionante, me quito el sombrero, sólo por eso, ya merece la pena...

La última claqueta

Me parece increíble que con un metraje tan excesivo, no se consiga desarrollar nada, con lo fácil que estaba, el tema del tío allí solo, con todo el planeta para él.

Como ya he dicho en varias ocasiones, la astronomía es una de mis pasiones.
La sensación de mirar a través de un telescopio y enfocarlo a la Luna, o a Saturno o Júpiter es impagable.
Siempre me produjo una sensación de paz tremenda, poder ver esas inmensas bolas de gas, en el caso de los planetas citados, tan diminutas en mi telescopio, tan distantes, flotando en un mar negro, y la soledad que se debería de sentir allá a lo lejos, a tal distancia no sólo ya de tu casa o tu familia, sino de toda la humanidad, de todo lo bueno y de todo lo malo que hay en este mundo. Y es cuando comprendes, que no eres nada a cómputo universal. Ni un grano de arena de una playa enorme, infinita. 
El espacio es un lugar hermoso y terrible que fascina y asusta por igual.
Pensé viendo esta película que no hay planetas habitables por aquí cerca y que el único que tenemos, lo está destrozando nuestra avaricia y egoísmo, transformando esa bella bola azul en una escombrera, en un vertedero...

"Ante esta perspectiva tan poco esperanzadora sólo tengo una opción: recurrir a la ciencia para salir adelante"


jueves, 15 de octubre de 2015

El Vengador Tóxico ( The Toxic Avenger)

Director: Michael Herz/ Lloyce Kaufman
Actores: Andree Maranda, Mitchell Cohen, Cindy Manion
Duración: 79 min
Género: Terror/Gore
Año:1984
País :EEUU








Argumento 

Un limpiador de un gimnasio de Tromaville, torpe, lerdo, ingenuo, ignorante y mil calificativos despectivos más es objeto de contínuas burlas por parte de los usuarios del local, todos ellos figurines de mancuerna, con una moral tan inmunda como la ciudad en la que viven.
Tromaville es una ciudad donde los residuos tóxicos se vierten impunemente en campos y ríos, donde camiones sin medidas de seguridad alguna, transportan bidones de dichos residuos sin sujetar y bamboleandose como bolos.
Un buen día, el limpiador es objeto de una broma pesada y da con sus huesos en uno de esos bidones abiertos que transportaba un camión conducido por drogadictos que se han parado a meterse "unas fiestas" justo a la puerta del gimnasio.
El joven, enclencle, tímido, desvalido y con menos voluntad  que un mono en una tienda de plátanos, sufre una atroz transformación y pasa a ser el justiciero más sucio, bestia y salvaje de Tromaville, desarrollando un instinto para atacar y erradicar indeseables.

Crítica 

El vengador tóxico... buque insignia de la productora Troma, es lo que se llama cine Z.
Decir que esta película es de bajo presupuesto, sería hacerle un favor, ya que es de muy, muy, muy bajo presupuesto, pero, por milagroso que parezca, ahí radica su fuerza.
Troma, productora de cine basura, dio en la diana con esta producción cutre, bestia, salvaje, hemoglobínica y a ratos desternillante película de un un tio del que todo el mundo se ríe. Llevando el esterotipo más allá de cualquier galaxia, tanto para malos, tan repulsivos como estúpidos, como los buenos.
La violencia se mezcla con la chabacanería y el humor negro a paletadas industriales. Aquí no se andan por las ramas, palman perros y viejecitas sin despeinarse. Tromaville es un estercolero social de pijos, corruptos y gentuza de toda índole, donde la gente normal es presa de las fechorías y salvajadas de los primeros.
La escena en el restaurante de comida rápida es brutal, salvaje y demoledora y pese a los años transcurridos y la, lógicamente, nueva percepción del que se acerque a esta peli por primera vez, hace que le tomes asco a los personajes malos... Hasta que llega Toxie... imponiendo métodos con los que Charles Bronson palidecería, dejando al justiciero de la ciudad en una hermanita de la caridad al lado del Vengador...
En definitiva, gore ochentero, pasado de rosca, trasnochado y gamberro, no apto para estómagos sensibles o espectadores con unas exigencias mínimas en argumento, puesta en escena, interpretaciones...
Pero hay algo destacable, y es el sentigo ecológico que destila, la crítica del culto al cuerpo, a la corrupción y a tanta y tanta basura de la sociedad actual que yo pienso que si la hicieran hoy en día en condiciones, donde tantos remakes estúpidos hacen, el Vengador Tóxico estaría dentro de la más rabiosa actualidad.

La última claqueta

Corrían los primeros años de la década de los noventa cuando un compañero de clase me habló de una película de "cine basura".
Por aquel entonces, el témino me sonaba a chino. Me propuso alquilar El vengador Tóxico y verla acompañados por las bolsas de palomitas, gusanitos y gominolas correspondientes a cada sesión de VHS que cada viernes se imponía a eso de las cinco.
A poco de comenzar... no toqué nada de lo que habíamos comprado en el kiosko.
Por aquel entonces, poco acostumbrado al cine gore, me resultó brutal. El humor tan negro se me antojaba repulsivo, los personajes eran todos repujnantes, el ambiente era tan sucio como la ciudad de Tromaville.
Pero esa peli tenía algo, un aire que en el fondo molaba y es que se mostraba sin trampa ni cartón como lo que era, un simple ejercicio de gamberreo cinematografico, que con el paso de los años, entendí.
Yo viví aquella época en la que El Vengador Tóxico empezaba a despachar justicia a fregonazos por los videoclubes de nuestro país. Un tonto local convertido en héroe local. Y cuando quisimos darnos cuenta, esta película pasó a formar parte del llamado "cine de culto".
Para rememorar viejas tardes de videoclub, de VHS, de los inicios de muchos al cine de terror gamberro, cutre y divertido sin concesiones a descansar un sólo minuto del metraje.
Música ochentera sin tregua, litros de hemoglobina y carcajadas, repito, para el que guste del humor negro, negro, negrísimo, a mansalva, dando leña, leña y más leña hasta reventar las calderas del infierno. El Vengador Tóxico es el héroe más sucio del celuloide al que muchos recordarán con el cariño de cuando tenían veinte años...

 "Tromaville... la capital de los residuos tóxicos del mundo"

jueves, 8 de octubre de 2015

Terror en la funeraria

Director: Domonic Paris
Actores:Patricia Lee Hammond, Gerard Fielding
Duración: 86  min
Año:1980
País :EEUU








Argumento 

Un grupo de indivíduos se dedican a provocar accidentes y a retirar con posterioridad los cadáveres del asfalto. A parte de la particularidad de provocarlos, hay que decir que los indivíduos son vampiros, y por si esto fuera poco, aún cabe decir que son el sheriff, el médico, el conductor de una ambulancia y el enterrador del pueblo, y no hay que olvidar, que las víctimas de los accidentes están vivas.
Una vez recogidos, son llevados a la funeraria y alli, son mordidos por los vampiros y posteriormente atravesados con una estaca, para que no se descubra el tinglado.
La suegra (siempre son las suegras) de un tío tan cabezón que debía peinarse con un rastrillo, al que por sus santos cojones se le mete en la cabeza que tienen que devolver el cuerpo de la difunta a su casa particular, cuando ya autorizó anteriormente a que se lo llevasen a la funeraria, todo ello símplemente porque sí, es mordida por los vampiros, pero estos no le dan el estacazo de rigor y la buena señora se levanta por la noche y se larga.
Ante el hecho de que pueden ser descubiertos y su tapadera irse al traste, los vampiros se debaten entre encontrar a la anciana y el tio cabezón que dice ahora que han sido ellos los que le han robado el cadáver para, siempre según su derretido intelecto, ganarse unas perras a su costa.

Crítica 

Aunque he tratado de contar el argumento de forma distendida y poco seria, tengo que deciros que esta peliculita tiene un argumento que me resulta buenísimo. Daros cuenta de varias cosas. Los vampiros conviven con los habitantes del pueblo, son gente conocida, pasan desapercibidos y el montaje que tienen hecho para llevar a cabo sus fechorias es bastante ingenioso.
Pero ahora viene lo mejor...ponerlo sobre el celuloide.
La película comienza con una musiquilla inquietante, algo así como una especie de prima lejana de cualquier banda sonora de Carpenter, salvando las distancias, claro está, pero que resulta curiosa y machacante en grado sumo.
Las caracterizaciones de los vampiros se limitan a unos colmillos que parecen sacados de un kiosko de arropíes de allá por los 70 y a freir espárragos, el resto que lo pongan los espectadores con su imaginación. Eso sí... se dedican a enseñarlos a la cámara cada vez que pueden para que nos orinemos por la patilla abajo.
Decir que los efectos especiales son del todo a cien me parecería exagerar mucho, pero casi, eso sí, ganas no le faltan.
Lo cierto es que algunos de los vampiros dan mal rollo, pero no sé si es por lo cutre o yo que sé...
Maniquíes que simulan ser uno de los malos al que tiran por la ventana y se nota a poco que te fijes, cadáveres que son recogidos sin que ningún juez intervenga...¿para qué? en dando el visto bueno el sheriff ya está todo dicho, supongo que será una medida para descongestionar los juzgados del pueblo, que se pueden ocupar en asuntos más importantes como por ejemplo podría haber sido dar trámite a la supuesta denuncia que el yerno de la suegra vampira que se escapa, hubiera llegado a interponer. Pero lo mejor, señores todos...señoras todas... lo mejor no es que se vean de vez en cuando los micrófonos de ambiente...no...eso no... lo mejor es que cuando están en la funeraria y la cámara se retira lo más mínimo, se ve que todo es un decorado, ya que se distingue a la perfección que le falta el techo a la supuesta estancia y se ve el fondo como de una nave...
Las escenas de la anciana, a mi juício las mejores, dan grima y deberían ser muy tenidas en cuenta, esto lo digo en serio, pues me parecen lo mejor de la película, ese demabular con mirada extraña, perdida, ante un pueblo que le es familiar y a la vez extraño, sola y buscada por todos, por los vampiros para darle a probar la estaca y por su yerno, que se desvive buscando su cadáver con abnegación absoluta... Lástima que dichas escenas pierdan ese toque tan fantasmal que tienen, tétrico e inquietante, cada vez que la actriz encoge los labios para mostrar a cámara los colmillos del kiosko de la esquina...

Última claqueta 

Sería el año 1984 u 85 cuando un sábado por la tarde fui con mis padres a hacer la compra semanal en unos grandes almacenes.
Como era habitual, me perdía entre los cientos de películas que allí había. Ya por entonces, el cine de terror me gustaba a rabiar, aunque luego no pudiese dormir.
Me emperré en que me compraran una cinta con una carátula que me gustó mucho y en cuya trasera se veían fotos con unos efectos especiales bastante buenos, así que, por 375 pesetas, aquella cinta se vino a casa.
Esperé al domingo por la mañana en que me quedé sólo para poder verla. Metí la cassette en el reproductor y presioné PLAY...
Cuando vi las imágenes, se me antojó cutre, pero dije... bueno, los efectos que se ven en la carátula por la parte trasera son buenos, así que no hay problema y proseguí con el visionado.
Los minutos transcurrían y aquello no mejoraba, es más, juraría que había visto por la parte superior de la pntalla un micrófono de ambiente...eché para atrás el vídeo y no había duda...joder, joder, joder...
Bueno... un fallo lo tiene cualquiera, estarán ahorrando efectos para el final, siempre pasa lo mismo, pensé...
La anciana con los colmillos de plastico del kiosko...pero ¿qué cojones era eso? Si yo los compraba mejores que esos y hasta tenían sangre pintada...
¿¿¿¿¿¿Queeee?????? 
Pero si eso es el decorado y se nota un huevo... y encima la vieja esa mirando a la cámara enseñando los colmillos del kiosko del tio Paco... pero ¿qué es esto? ¿ya? ¿Ya se ha acabado?¿ Y los efectos especiales de la trasera de la carátula? 
Pensé que lo mismo había más tras los créditos finales y lo pasé rápidamente y... unas narices... la cinta se paró y comenzó a rebobinar...
Me sentí estafado.
Lo que más rabia me daba no era ni los micrófonos de ambiente, ni los dientes del kiosko ni tan siquiera que se viera el decorado... no... lo peor era que yo la había comprado por las imágenes de la carátula y allí no salía nada de eso...
Me dio tanta rabia que paré el video, saqué la cinta y la tiré a la basura, no sin antes haberle sacado todo el carrete y cortado en varios trozos como venganza.

Pero he aquí que pasaron los años y un buen día, hará dos o tres, de repente y sin saber por qué me vino a la mente este título..."Terror en la funeraria".
Y me dio por buscarla en internet. No me fue fácil dar con una copia en condiciones, pero la encontré por cuatro perras, que me costó más los gastos de envío que la cinta y cuando la recibí, con el recuerdo de que la había tirado ya una vez, la guardé, hasta encontrar el momento oportuno, que no llegaría hasta hace unos días en que me volví a acordar y me dio por ponerla.
Lo mejor de todo es que al verla de nuevo, a sabiendas de lo que hay, tengo que decir que, aunque es una cutrada, tiene su encanto, para partirse de risa de lo cutre que es, o porque la vi de niño.
La volví a adquirir por nostalgia y resulta que en tres años, se ha revalorizado su precio considerablemente, con lo cual, a parte de que es un recuerdo de mis inicios en mi cinefagia crónica, ya es pieza de colección.

Me resulta curioso el hecho de que cuando la vi por primera vez, la desprecié injustamente, pues la película está hecha con despreocupación total y se ve y se palpa, vamos, yo creo que está mal hecha a conciencia y para que el personal la pusiera a parir, porque no es posible tal cúmulo de despropósitos si no es a posta, pero con momentos ciertamente curiosos, y ahora me ha hecho gracia... ¿Debería preocuparme? ¿Tenía antes mejor criterio que ahora?¿Acaso he visto tanto cine de derribo que ya cualquier cosa me vale?
Para nada amigos... Terror en la funeraria es lo que es, para un público muy pero muy selecto, con ganas de tener la tele encendida y echar el rato con los amigotes mientras comentas otras cosas, pero sobre todo, fue la cinta que más odie en mi infancia.
Lo mejor de todo vino cuando mi padre me preguntó que si la había visto y que como estaba...
Le respondí que estaba muy chula y que me tenía que ir a hacer las tareas del cole...

Esta vez no voy a poner una frase como colofón, ya que para mí esta película es especial y cargada de sorpresas, he de contaros que me ha dado otra sorpresa más al cabo de los años. Al leer el argumento en la famosa parte trasera de la carátula, tan a su manera, diciendo que el horror y la sangre son la esencia de la película (sin comentarios), y sonreír, por qué no decirlo, al leerlo, descubrí algo... El nombre del dueño de la funeraria Lucard... Leedlo al revés...

DRACUL

Que cada cual saque sus propias conclusiones...
 

viernes, 2 de octubre de 2015

The divide (Aislados)

Director: Xavier Gens
Actores: Michael Biehn, Lauren German, Rosanna Arquette, Ivan Gonzales
Género. Apocalíptica
Duración: 122 min
Año: 2011
País :EEUU







Argumento

 Un ataque nuclear se cierne sobre una ciudad. Las bombas caen indiscriminadamente, mientras los habitantes de un edifico cualquiera corren escaleras abajo sin saber a dónde dirigir sus pasos para salvar su vida.
Un grupo de ellos logra dar alcance a la puerta de un sótano antes de que su ocupante la cierre a cal y canto.
Encerrados, sin apenas conocerse más allá de haberse visto por la escalera, o en el ascensor, con escased de comida y agua, sin un solo rayo de luz natural, sin saber cuándo es de día o de noche... las horas pasan, pierden la noción de todo, hasta que pierden la razón...

Crítica

Leí varias críticas sobre esta película antes de verla y no eran precisamente buenas, pero como siempre digo, las películas hay que verlas uno mismo y decidir...
Nos encontramos al principio con una serie de personajes de libro, esterotipados hasta la nausea y con ello  Gens nos hace caer en la trampa y bajar la guardia, porque a mitad de la película, de metraje holgado, se lia tal locura que me dejó con la boca abierta y sólo pude decir: "hostias..."
El film se desarrolla casi por completo en el bunquer que un chalado de mantenimiento del edificio, tenía dispuesto para su disfrute personal por si algún día estallaba el apocalipsis, sólo que no contaba con la presencia de más gente.
Al principio, todo discurre con las típicas preguntas sin respuesta, la escased de comida y agua y el racionamiento, pero el ambiente se va enrareciendo hasta llegar a una situación de locura extrema en la que la mayoría de los personajes pierden la cabeza.
Violaciones más o menos consentidas, cuerpos descuartizados, dominación y sometimiento del débil por parte del fuerte, en este caso, del más perturbado, ayudado por otros que no se atreven a presentarle cara.
Salvaje, bestial... no tanto por la truculencia de las escenas, sino más bien por la violencia psicológica tan tremenda que desprende.
Las situaciones llegan a ser desagradables y la película logra transmitirlo bastante bien. 
Las actuaciones son más que correctas, destacando la de mi salvador predilecto llegado del futuro, el machaca-aliens que regresan, usease... Michael Biehn...que hace de cabronazo, de lider, de salvador, de malo, de víctima...de todo, no sabes a qué atenerte con su personaje.
Con un final que resulta extrañamente poético, con todas las preguntas sin respuestas, el espectador no sabe más de lo que saben los personajes encerrados en el sótano, y una banda sonora para quitarse el sombrero, The divide me sorprendió por muchas causas, pero sobre todo, por su giro desde lo esterotipado hacia la locura y definición en la caída de los personajes hacial el abismo en su intento por sobrevivir en un nuevo orden donde el orden murió con la caída de las bombas...

Desde luego es una película no apta para todos los paladares, mete un mal rollo tremendo, es feista, oscura, incluso al final, con la música sonando y esas imágenes que por una lado te impresionan y por otro te sobrecogen, porque te descubres en un mundo caótico en el que te han metido sin saber por qué ni quiénes han sido...

La última claqueta
De nuevo, al ver esta peli me surgió la idea de si realmente merecería la pena correr para salvarse de cientos de bombas nucleares que estallan a tu alrrededor o, por el contrario, lo suyo sería coger una hamaca, subirse a la azotea del bloque y disfrutar del espectaculo comiendo palomitas...

Soportar un aislamiento prolongado, de final incierto, con escased de alimentos y rodeado de gentuza, como es el caso de esta película, no debe ser muy buena idea y lo más normal, es que a uno se le acabe yendo la pinza y termine a guantazo limpio con todo el que se mueva.
La cooperación, el trabajo en grupo en aras del bien común, es algo tan fuera de lugar en una sociedad tan individualista como la nuestra que pienso que en una situación así, no se salvaba ni al "apuntaor".

Ningún personaje está libre de pecado, como cualquiera de nosotros. Todos están unidos por uno concreto: el egoísmo.

"Eva... tenemos que irnos"

jueves, 1 de octubre de 2015

La hora fría

Director: Elio Quiroga
Actores:Silke, Carola Manzanares, Omar Muñoz, Nadia de Santiago, Jorge Casalduero
Género. Postapocalíptico
Duración: 93 min
Año:2006
País: España






Argumento 

Una atroz guerra ha asolado a la humanidad y un grupo de personas, sobreviven como pueden en el interior de unas instalaciones de dimensiones enormes, por las que pululan unos seres que antaño fueron humanos, pero que cayeron presa de lo que parece ser una guerra química que los transformó en una especie de zombies.
A parte de estos seres, a determinadas horas, aparecen una especie de espectros que se llebarán a quien camine por los lúgubres pasillos de las instalaciones. Se sabe que vienen porque el ambiente sufre un brusco descenso de temperatura...
  
Crítica

No hay que dejarse engañar. La hora fría es una producción barata... a juzgar por los resultados, muy barata.
Las interpretaciones son de esas que te dejan más frío que la hora esa a la que salen los espectros...
Los efectos especiales de saldo...
El sonido de saldo...
Los diálogos de saldo...
La banda sonora de saldo y resaldo, pues es tan machacona que no te deja en paz ni un minuto, no sé muy bien con qué intención, si de que no te enteres de lo que dicen los personajes, cosa nada difícil porque me pasé toda la peli subiendo el volumen cuando hablaban y bajandolo a toda prisa en las escenas de acción, o de sumirte en una especie de catarsis cuántica con la que te quedes con el cerebro derretido chorreandote por las orejas...

Pero hay algo loable en ella y es las pelotas que hay que tener para rodar una peli con ese presupuesto y encima tomartelo en serio.
Decir que es mala sería ser injusto y muy injusto, digamos más bien que es extraña.
Porque a pesar de sus carencias, que en cierto modo funcionan, haciendote bajar la guardia, llevándote hacia un final cuyas imágenes, de saldo, por supuesto,  te deja hasta buen sabor de boca.

Hay que haber visto mucho cine de derribo para aguantar sin darle al stop del DVD, pero el que se atreva a caminar a lo largo del metraje con la firme decisión de llegar hasta el final, puede que el conjunto le guste, porque lo cierto es que tiene algo que no sé explicar del todo. Tal vez es como esa peli que uno siempre quiso rodar con los colegas durante un fin de semana en un viejo caserón y cuyo resultado importa menos que nada, pues lo único que pretendías era pasarlo bien.

El argumento es bastante bueno, creo que lo que tira por tierra todo son las interpretaciones, planas y de tránsito, no sé si a cosa hecha o no.
Si tuviera que elegir entre quedarme con esta peliculita y otras de esas producciones nacionales que nos meten a bombo y platillo como si fueran obras maestras de géneros tan dispares como acción o terror, con el guapito de turno salido de la televisión, me quedo con La hora fría. Al menos es sincera, no trata de engañar a nadie y ofrece lo que puede dentro de sus limitaciones sin trampas, sin dejarte entrever que vas a flipar y cuando llegas es un tostón... No... aquí se sabe lo que hay nada más agarrar la carátula  y echar un vistazo...

La última claqueta

El resultado no está a la altura... según se mire.
A menudo me han dicho que veo pelis demasiado malas, como podría ser esta, y que comento en el blog demasiadas rarezas.
Cierto es que podría dedicar más líneas a las pelis que están en cartel cada semana, suelo ir bastante al cine, pero lo que más me gusta es saber que algunos de los que siguen este humilde blog, descubren films de los que ni tan siquiera habían oído hablar. Unas veces gustarán y otras no. Comentar rarezas del fantástico y del terror es lo que más me gusta.
Con pelis como esta, yo apagaba el vídeo cuando era un chaval que sólo quería superpreducciones de efectos especiales y vacíos argumentos, de consumo rápido y a devolver la cinta corriendo al video club...
Pero a base de ver una y otra descubrí que hay que verlas hasta el final y darles el beneficio de la duda. Si no nos gusta, pues no nos gusta, pero si descubrimos algún factor a su favor, entonces, el trabajo de esas personas el día que la hicieron, habrá valido la pena.
Afortunadamente, en el mundo existen tantas opiniones como personas y yo, tras ver esta peli un par de veces, llego a la conclusión de que es "de saldo", pero un saldo que agrada por su sinceridad.
Prefiero una película de saldo sincera que una superproducción tramposa.


"Viene la hora fría... Eso significa morirse de frío y encerrarte en tu cuarto"   


P.D. Sí...habéis leído bien, la he visto dos veces...Una en su día y otra para hacer este breve comentario... Sacrificado que es uno...

domingo, 16 de agosto de 2015

Coleccionar cromos: Monstruos Diabólicos










Hubo un tiempo, sí, un tiempo que tú aún recuerdas, no hace tanto...
No hace tanto, te levantaban para ir al colegio, cogías la cartera y el bollicao y te arrastrabas sin ganas hacia aquel maldito edificio donde te robaban lo mejor de la vida: la infancia (luego descubrí con el tiempo que no me la robaban...bendita la hora en la que me obligaban a ir...).
Pues de aquel tiempo vamos a hablar ahora, no precisamente del colegio, aunque sí aparecerá como un escenario más, porque dime...¿Acaso a tí nunca te dieron cromos a la salida del colegio?

Aquel gesto de generosidad impagable que tenía quien fuera, ni nos importaba, que enviaba a una persona para que repartiera unos cuantos albumes y unos sobres de cromos por los que ponía en juego literalmente su integridad física, sería recompensado horas más tarde con la búsqueda del album en el kiosko de la esquina y las dichosas estampas... con el dinero de tus padres, por supuesto.

Estoy seguro de que todos los que teneis ya mis años, recordais aquellos fabulosos albumes de FHER, con sus SUPERHEROES, los de la liga, los cromos de los Bollicaos, con su aroma a chocolate y pringue correspondientes... a fin de cuentas, uno no era tan remilgado como es hoy, todo era más sencillo...

Los cromos no eran como los de hoy, que son pegatinas brillantes para los que a veces hay que usar gafas de sol para verlos, de tanto que brillan, sino que eran de cartón del bueno y había que pegarlos con pegamento y pringar todo el album, que crujía más y más a medida que se iba rellenando... eso eran cromos...cromos rudos, para un mundo rudo, donde si te caías jugando en la calle con los amigos, encima te daban una buena hostia tus padres por "pringao"... hoy te llevan a urgencias y te hacen diecisietemil radiografías sólo por torcerte el tobillo mientras vas al colegio, mientras se busca un culpable externo.

Pues en ese tiempo, en el que la vida era simple, en el que salías a jugar con niños de tu edad a la calle, una aberración hoy en día nada más pensarlo, para eso están las consolas y los millones de amigos virtuales... antes con una pandilla de diez o doce era suficiente, ahora el mundo entero no es bastante... Como digo... en los ochenta, en esa época maravillosa que nuestra mente se encarga día a día de idealizar más y más (y que no pare), surgían cromos para que los coleccionara hasta el canario que tenías en la jaula colgado en el balcón de tu casa. Cromos de todo tipo, para niños, para niñas de dibujos animados, de la liga, de animales, para animales... y de monstruos...
¡Ah...ya os acordais! ¿Verdad?
¿Os acordais de esa colección que se llamó...Monstruos Diabólicos?
Os voy a refrescar la memoria con el nombre de un cromo que todos teníamos mil veces repetido...EL CARROÑERO...
Naturalmente estoy siendo sarcástico, pues jamás vi ese cromo del carroñero...sí se escuchaba por entre las esquinas, como rumor que mueve el viento, que al amigo de un amigo, de un primo del vecino del quinto, le había tocado.
Gasté mi paga semanal, domingo tras domingo y el puto carroñero jamás apareció, me dio tanta rabia que cuando la colección dejó de salir, le dibujé yo uno en su lugar y luego abandoné el album a su suerte... Inteligente que era uno por aquel entonces...
 Monstruos Diabólicos venían en unos sobres de color negro con una de las figuras, no recuerdo cual, dibujada en él, a diez pesetas.
Los cromos eran de cartón, pequeños, y recortados tan toscamente que parecíera que lo hubieran hecho con cuchillas de afeitar usadas por la legión.
Lo mejor de todo y quizá la causa más probable de que hoy en día no exista apenas rastro del buscado carroñero, es que al completar el album, si lo entregabas en la tienda, te daban un pedazo de regalo: un madelman, una camiseta... menos mal que nunca llegue a terminarlo, porque hoy en día me hubiera dado contra las esquinas sólo de pensar que hubiera cambiado aquella maravilla de album con tan marcado olor pulp por semejante baratija. Desde aquí quiero enviar mi más sincero apoyo a aquel chaval, amigo de un amigo, de un primo del vecino del quinto, que lo cambió por la puñetera camiseta... debió de disfrutarla horrores cuando con el paso de los años, se enterase de que por un album completo de Monstruos Diabólicos puedes pedir lo que quieras y no es broma, si lo encuentras, porque lo más que podría un servidor permitirse es una réplica para colgarla lo más cerca posible del techo, para que ningún entendido pueda ver que no es el autentico, mientras le niegas una y mil veces que no se lo descuelgas de la pared debido a la humedad...

Pues pasó el tiempo, no recuerdo muy bien si la primera vez que aquellos queridos monstruos, mezcla de violencia e ingenuidad (una violencia de la que hoy mi sobrina de tres años se mofaría en mi cara y los usaría para adormecerse en las siestas calurosas del sur), aparececieron en torno a 1985 u 86... no sé... pero volvieron...
Y esta vez estaba dispuesto a completarla. Compré más cromos que gotas hay en el mar, abandoné, temporalmente, mi afición a coleccionar sellos, y dediqué todo mi arsenal económico a comprar sobres. El tío de la tienda y mi padre, ya se hablaban de tú y todo, pero a mí, el carroñero, no me salía...no me salía...no me salía...hasta que la colección acabó.
Esta vez el amigo del amigo del primo del vecino del quinto ni asomó la gaita, con lo cual, ningún mortal del barrio consiguió el regalito de las narices...

El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra... el cartón-album acabó de nuevo en la puta basura... todos mis esfuerzos al traste y juré no coleccionar ni una vez más cromos de ningún tipo... juramento que por supuesto rompí nada más aparecer los cromos de la liga del año siguiente... esos sí que eran fieles...esos albumes eran palabras mayores, podías pedir los que te faltaban a la editorial, no como los de los monstruos y la mágia del coleccionismo, volvía a ilusionarme...
Nunca tuve demasiada suerte con los albumes, pues tan sólo logré completar uno de coches que con el tiempo, como no y para no olvidar la tradición familiar de largarlo todo una vez terminado, acabó en la basura. Hace unos años, lo encontré por cuatro perras, el de los coches, me refiero, y lo compré más que nada por nostalgia... buena inversión, ha multiplicado su valor varias veces a día de hoy y es que se ve que esto de las estampas es algo rentable. Basta con observar los precios de los albumes de fútbol de ligas pasadas.

Pero... por qué seguimos coleccionando cromos. 
En mi ciudad, los domingos se cambian cromos en un bulevar del centro... y no son precisamente niños los que más cambian, sino adultos, con sus hijos al lado, por supuesto, pero con la misma sonrisa dibujada en su rostro de cuando te cambiaban en el colegio ese cromo que te faltaba y es que yo creo que, con lo de coleccionar cromos, lo que pasa es que es una forma de mantener vivo sin demasiado esfuerzo a ese niño que todos llevamos dentro y al que no nos resignamos a dejar crecer jamás...

Para acabar por ho yme hago una pregunta que me lleva martillenado años desde aquel entonces en la que el amigo del amigo de un primo del vecino del quinto cambió el album por una camiseta, que luego lucirían muchos por el barrio de uno de los personajes del album que era algo así como una calavera con el cráneo abierto, mostrando los sesos, y es ¿dónde acabaría esa camiseta? ¿como trapos para al polvo?

Ay Carroñero, Carroñero... eres el monstruo que más quiero...

sábado, 15 de agosto de 2015

BSO LA MÁQUINA DEL TIEMPO

 












Se suele decir que la música amansa a las fieras...
Bien es cierto que hay tipos de música para todos los gustos y dentro de lo que se refiere al cine, la música es una parte fundamental, imprescindible, porque incluso la ausencia de la misma ya es destacable, máxime, cuando nos encontramos con una partitura tan bella y evocadora de épocas pretéritas como la que nos ocupa. 
Klaus Badelt nos eleva nota a nota hasta un futuro a miles de años de nuestro punto de partida, con una banda sonora hermosa, en la que todo se dedica al deleite auditivo, con sabor a siglo XIX, pero sobre una estructura un tanto new age.
Te aseguro que si la escuchas con unos buenos cascos, tumbado en la cama y con la predisposición suficiente, casi te eleva.
Por un lado,fuerza, por otro delicadeza, forman un cocktel ideal de sensaciones auditivas como pocas bandas sonoras he tenido la oportunidad de escuchar, y os aseguro, que he escuchado muchas, pero esta tiene algo de especial.
Realmente, es capaz de amansar a esa fiera que el día a día nos hace sacar de nuestro interior, calmandola, adormeciéndola,lenta y  suavemente...
Cuando la escuché por primera vez, en un lejano cine de mis recuerdos, cerrado hoy en día al mundo real, presa como tantos otros, del sucio juego que el dinero comporta,  a todo volumen, en aquella sala enorme, con un sonido por aquel entonces, el mejor de cualquier sala de mi ciudad, se convirtió a medida que avanzaba el metraje, en una de mis cinco bandas sonoras preferidas. Para mí es perfecta, retrata el espíritu del científico que busca un viaje más allá de lo posible, en su afan de volver atrás un hecho que destroza su vida, a la perfección. Sus pasajes en ese aterrador mundo del futuro que ideara Wells, son tan bellos que si has visto la película, te traen a la mente inmensos cañones flanqueados por verdes plantas y aguas que derraman su cristalino frescor desde alturas tremendas. Suena a biblioteca, de libros enormes cuyo saber es custodiado por el polvo que sobre ellos se amontona, a artefactos imposibles, a relojes de bolsillo y a huída...huída hacia adelante, intentando escapar de lo inevitable: el destino.

ÚLTIMA CLAQUETA

Viajar en el tiempo...
De todas las imposibles historias que el cine nos aporta, viajar en el tiempo es una, sino la que más, me fascina.
Si tuviésemos una sóla oportunidad de viajar en el tiempo, con billete de vuelta, por supuesto, a dónde viajaríamos...
Lo primero que me viene a la mente es un punto de la historia que fuese transcendental para la humanidad, un punto del pasado. Podría ser, por otro lado, una período de tiempo concreto, en el que no quisieras ver un hecho puntual, sino más bien, una forma de vida de otro siglo, en mi caso, viajaría al Renacimiento.
¿Más atrás? No sé... Más adelante... la época en la que se desarrolla la película, esa también estaría bien, finales del siglo XIX.
¿Y por qué no el futuro?¿Cuántos años serían suficientes recorrer para ver cómo ha evolucionado o involucionado el ser humano? A mí, con llegar a una época en la que los viajes a través del sistema solar fueran una realidad tan cotidiana como hacer un crucero por el Mediterráneo, me bastaba.
Sí... si sólo tuviera una oportunidad de viajar en el tiempo viajaría al furturo, para ver al pasado, ya tengo los libros de historia, sin dudarlo, viajaría al futuro.
Aunque...¿ y si viajásemos a ese punto de nuestra propia historia en la que pudiésemos encontrarnos con nosotros mismos y aquellos seres queridos que ya no están entre nosotros? Poder observar desde lejos cómo nuestra madre nos lleva por primera vez al colegio, la primera vez que vimos el mar, nuestro primer beso, o volver a ver a esa persona que se marchó al "otro lado del silencio"...
Tal vez, si pudieramos elegir un sólo viaje, no nos moveríamos mucho por esa línea temporal de nuestros recuerdos.
Los años pasan, se escurren como el agua entre las manos, sin que nos demos cuenta y el ser humano, en su imaginación infinita, busca esa forma de perpetuarse más allá de su propio tiempo, para lograr doblegarlo, para creerse dios del mismo.Sólo en nuestra mente es posible semejante hazaña, pues tenemos una máquina del tiempo muy cerca de nosotros, yo diría que nosotros mismos somos una auténtica máquina del tiempo. La clave para ello, más bien la llave, de esa máquina que nos transportará a donde queramos la tenemos en la frase que pronuncia el extraño ser que habita las cavernas de los morlocks y que es la esencia misma de la película:


"Todos tenemos una máquina del tiempo... el viaje al pasado son nuestros recuerdos... y al futuro... nuestros sueños..."

viernes, 14 de agosto de 2015

El dinero tiene miedo

Director: Pedro Lazaga
Actores: Tony Leblanc, Manolo Gómez Bur, Mauricio Garcés, Jesús Puente, Antonio Ferrandis, Puri Villa, Rosanna Yanni, María Luisa Ponte, Agustín González
Género. Comedia
Duración: 97 min
Año: 1970
País: España





ARGUMENTO

Dos amigos, ricos a más no poder, caen en manos de un estafador que se dedica a vivir del dinero de incautos como ellos.
El estafador logra convencerlos de que la peseta se va a desplomar y que sus millones no valdrán nada, con lo cual, deben llevarse la pasta a Suiza...

CRÍTICA 

Partiremos de la base de que siento debilidad por este tipo de comedias españolas, tal vez, porque de niño siempre las veía por la tele y guardo de ellas un recuerdo un tanto especial.

La película nos muestra algo muy propio de la España de todos los tiempos: el pícaro, que en esta ocasión es un tío trajeado y de apariencia intachable, pero que es tan golfo y sinvergüenza como todo ladrón que se precie.
En sus redes caen un par de tipejos que si fueran una pizca más tontos, tendrían que encerrarlos, pero que son millonarios y les gusta alardear de ello.

La película es a la medida de las comedias hechas para lucimiento de Leblanc y Gómez Bur, que despliegan sus muecas y buen hacer a lo largo de todo el metraje.
Poco puedo contar, ya que es una comedia al uso, salvo que siempre me ha resultado divertida, una película de timadores con gracia y unos timados que merecen serlo.
Siempre me pregunté cómo era posible que dos indivíduos fuesen ricos con semejante grado de idiotez en el cuerpo, pero dejando la realidad a un lado y metiéndose uno de lleno en la película, resulta que es bastante entretenida, con escenas como la del aeropuerto o cuando aparece Agustín González, que es el mejor de todos los secundarios habidos y por haber, en opinión de este humilde cinéfago que os habla.
Entretenida sin pretensiones, sin demasiados altibajos, manteniendo constante la línea de interés.

LA ÚLTIMA CLAQUETA 

El dinero... nada hay más sucio. Todo el mundo lo toca, lo manosea, pasa por mil y un lugares, corrompe y es el dios absoluto de nuestros tiempos.
Da igual que sepamos que es algo sucio, todos queremos tener más. Y si uno lo piensa... sólo es papel.
Un papel dotado de poderes absolutos, un papel ante el cual el mundo y su conciencia se doblega y esclaviza.
Todo lo puede comprar el dinero, todo lo mundano, me refiero, porque hay cosas que el dinero no puede comprar y una de ellas es algo que vale mucho más que el propio dinero: tiempo.

El tiempo es mucho más valioso. Todo el mundo nace con tiempo, unos más y otros menos, pero todos lo tenemos. Cómo lo invertimos y en qué lo gastamos, es otra historia...

"...para que los suízos sigan viviendo como suízos"

jueves, 13 de agosto de 2015

El botijo

Hoy vamos a hacer un descanso, como cuando en los cines, a mitad de la proyección, se encendían las luces y podías ir a por palomitas, quicos, un refresco, o cualquier otra porquería cuyo aroma llevaba martilleando tu pituitaría durante más tiempo del que se puede soportar. Vamos a hablar de algo que no sea películas. Vamos a hablar de un simple botijo...

El botíjo, también llamado búcaro, es un artefacto que bien puede estar de moda hoy en día, atendiendo a la voluntad ecológica creciente, por fortuna, de la sociedad.
Un botijo enfría agua, pero no usa electricidad, nada más que la evaporación de la misma a través de los poros del barro.
La sensación de beber agua de un botijo es diferente, pues adquiere una temperatura agradable, no demasiado fría, como artificialmente nos da cualquier frigorífico.
No entraré en describir la historia del botijo, ni su origen, ni nada que cualquiera puede encontrar en una buena página de internet dedicada al mismo. Hablaré de mi historia con dicho artefacto.

Mi abuela me contaba que, en aquellos lejanos días de duro trabajo en el campo, cuando no había neveras portátiles ni nada que se le pareciese, usaban un botijo que colocaban bajo la sombra de un árbol y del que daban tragos para sofocar el tremendo calor del verano andaluz.

Pero yo no tengo un recuerdo de un botijo bajo un árbol, lo mío es más de ciudad.
Cuando yo era niño, había un botijo muy especial, cuya agua tenía un sabor diferente y era de un fresco distinto. Era el botijo que tenían mis tíos.

Cuando yo entraba a aquella casa, tan antígua como mi barrio, la primera imagen que recuerdo era aquel enorme botijo descansando en el alfeizar de la ventana, al paso del relente. Su tacto era de barro fresco, con un sudoroso volumen como sólo un botijo puede sudar, y su peso, para mí, en aquel entonces, excesivo.
Echaba un trago...
A duras penas lograba mantener en vilo aquel artefacto cuya agua me ponía perdido, al no poder mantener el pulso.
Los años fueron pasando y el botijo, como por arte de magia, se fue haciendo menos pesado.
Su agua era siempre igual de fresca, con su sabor anisado, lo que se conoce como una palometa " anis y agua", ataviado siempre con sus mejores galas: un sombrerillo de croché que mi tía le hacía "para que no se le colara ningún bicho", me dijo en cierta ocasión que le pregunté que por qué le ponía aquella especie de gorrito.
Su plato debajo, imprescindible para recoger el agua emanada de su interior...

Recuerdo su frescura de forma muy especial, eso era agua fresca producida de forma totalmente ecológica.
Nunca me gustó beber agua diréctamente del frigorífico, siempre la noté demasiado fría y siempre la mezclo con agua "natural".
Hace unos días, cierta conversación me recordó a aquel botijo y decidí comprar uno igual, y comprobar si el recuerdo que tenía de aquella agua tan fresca, de forma natural, era cierto, o mi mente lo había transformado hasta convertirlo en algo irreal.

No me fue muy difícil encontrar un establecimiento donde vendieran uno igualito al de mis tíos y procedí a realizar lo que se llama "cura" del botijo en cuestión, que os cuento, por si a alguno le apetece recuperar este utensilio tan nuestro y que nunca debería perderse, tanto por estética como por utilidad:

- Llenar el botijo de agua y dejarlo así un par de días.
- Tirar ese agua y volver a llenarlo, añadiendo anis, un par de copas o menos, según gustos.
- Otro par de días y tirar ese agua.
- Llenarlo de nuevo y esperar a que el agua se enfríe.

Varias cosas hay que tener en cuenta.

Lo del anis es opcional, pero por lo visto, ese ligero sabor a anis hace que el agua parezca que está más fría.
Jamás mojar el botijo por fuera, pues se estropeará.
Poner un plato debajo para recoger el agua que vaya soltando.
Colocarlo al paso del aire, para que la evaporación del agua, enfríe.

Se abre una puerta de color verde, muy vieja, con un leve quejido de visagras, un salón arropado por la suave oscuridad que le proporciona una persiana veneciana de color verde, resguarda el interior de la casa del calor que empieza a despuntar en un verano de la década de los ochenta.
El botijo, sobre el alfeizar de una ventana de color verde, calma la sed de un niño que acaba de volver de la calle, dejando su bicicleta en el patío de la casa de su tíos...
Fuera, se escuchan las voces de los hombres que frecuentan el bar de la calle de enfrente, en cuya barra, descansa otro botijo...


A Rogelio y Trini

jueves, 30 de julio de 2015

Las últimas horas

Director: Zack Hilditch
Actores: Nathan Phillips, Jessica De Gouw, David Field
Género: Apocalíptico
Duración: 87 min
Año: 2014
País: Australia







Argumento

 La hora final del planeta se acerca... No hay dónde esconderse, ni salvación posible. El mundo sucumbe ante el fuego, solo Australia se mantendrá unas horas más.
Ante la inminente catástrofe a escala planetaria, el mundo, la sociedad, se desintegra. Cada uno elige cómo afrontar el fin. Unos asaltando, otros rezando, otros matando y otros, como nuestro protagonista, deciden acudir a una macrofiesta final de desenfreno total y absoluto, dando rienda suelta a todas las bajezas que el ser humano es capaz de perpetrar.
Pero en medio de su camino hacia esa fiesta, se topa con una niña, cuya única idea es encontrarse con su padre y su familia de quien se ha despistado.
El muchaso se encuentra entonces ante la disyuntiva de elegir correrse la última juerga de su vida y del planeta o ayudar a la niña...


Crítica

Película de bajo presupuesto que encara el fin del mundo desde varios puntos, unos visibles a simple vista, otros no tanto, pero reflexiva en cualquier camino que se elija.
Por un lado está la parte visual, llevada con bastante soltura, aunque bien es cierto que unos mejores diálogos no habrían venido mal, incluso más profundidad de personajes, o más hincapié en las distintas formas de afrontar esas últimas horas .
Bien rodada, con un ritmo bastante bueno y que no decae, no es que sea trepidante, sino que se sostiene, no hay subidones o caídas a simas de aburrimiento o de relleno, todo está bien orquestado, se nota un cuidado por encima del que se marca como el mínimo.
Egoismo, miedo, ruindad y toda suerte de deplorables sentimientos se mezclan con la entrega a los demás, la resignación, el sacrificio, el amor o la amistad. 
El caos está bien representado, pero más, si cabe, a nivel de indivíduo, a nivel interior, obviando lo que suele ser el pastel de este tipo de producciones: muertes a mansalva, explosiones a diestro y siniestro, caos y ruína espectaculares, sangre a granel...
Destacar las interpretaciones del protagonista principal y la niña.
Por otro nos queda la reflexión y ahí es donde la película va más allá de los planteamientos que al principio se haya podido uno hacer.
El que se acerque a ella con ojos que busquen entretenimiento, lo va a encontrar pero sin pirotecnia ni fuegos artificiales en exceso, tiene los justos, tirando a pocos pero bien dosificados.
La voz en off a lo largo del filme logra dar un aire desangelado, de abandono ante lo inevitable y abatimiento total y absoluto.
Real, muy real, pero sin ser repulsiva, guardando las distancias, insinua, más que muestra.
El que quiera una lectura más profunda, a medida que la vaya viendo se hará esta pregunta:¿qué harias tú en las últimas horas?

La última claqueta
  
Varias reflexiones suelen asaltar al ver esta película, pero las principales son dos.
La primera y más evidente, es qué haría uno mismo si un buen día  anunciasen a bombo y platillo como si de un estreno mundial se tratase que te quedan unas pocas horas de vida y que después, jamás se supo.
Seguro que cada uno diría una cosa distinta, pero si realmete, uno se toma la pregunta en serio, a lo mejor se da cuenta de que no sabría qué hacer.
Si no te puedes esconder, si no puedes huír, si no hay forma de sobrevivir, ¿realmente te irías a una fiesta?¿Te quedarías con tus seres queridos aprovechando con ellos las últimas horas?¿Pasarías de todo y te irías a ver la última película apocalíptica que hubiera en cartel?
Respuestas tantas como personas.
La segunda reflexión, mucho más profunda y que la película plantea en un segundo plano es el fin del mundo como persona, individual, ese fin, ese último día que aguarda a todo ser vivo desde que nace a este mundo...
Las últimas horas pasan a ser una vida, con sus errores, con sus aciertos, sus fiestas, sus miedos...

Con esto, uno puede plantearse si realmente existe ese fatídico día en que el mundo termine y salga el cartel de "FIN".
¿Habrá un día en que los jinetes del apocalipsis descarguen toda suerte de catástrofes sobre la pobre Tierra?¿Nos la cargaremos nosotros con nuestra consumista forma de vida?
¿Nos referimos al fin del planeta o al fin del ser humano? Porque una cosa no tiene porque ser consecuencia de la otra, ni al revés tampoco.
¿Y que pasa cuando el Sol se apague?
Todo esto está muy bien para las películas apocalípticas, cuyo final no suele ser de extinción total y absoluta, pero la realidad que te llega a plantear la película es la que subterfugiamente va introduciendo y es que el fin del mundo es para el que se muere y que cada cual elige cómo vivir su vida.

 "Mientras os hablo...se va acercando..."