lunes, 1 de junio de 2015

Cierre de un videoclub


 








No hace mucho, comentaba parte de mi experiencia con aquellos videoclubs de los ochenta donde pasaba largo rato cogiendo y soltando carátulas, leyendo argumentos y, en definitiva, viviendo unos momentos míticos, sin saberlo, de lo que sería el vídeo doméstico.
En mi barrio había dos videoclubs...hasta ayer, aún los hay, pero ya uno de ellos está sentenciado a muerte, pues se está deshaciendo de todo su fondo para cerrar definitivamente en un par de semanas o poco más. Sólo queda uno...curiosamente el primero que empezó... fue el primero y ha sido el último.

Cuando me enteré de que liquidaban sus películas, fui corriendo y me puse como un loco a rebuscar y de repente... una sensación... 
Cogí una carátula de una película que  había alquilado tiempo atrás, hace muchos años, y una sensación curiosa recorrió mi alma cinéfila. Sentí pena porque algo como eso estaba no ya agonizando, sino muerto... el videoclub.
Supongo que será una tontería pero, de camino a casa con tres películas de terror en la mano, me di cuenta del tremendísimo daño que la piratería está haciendo al sector. Un local que cierra, personas al paro, dinero de alquiler de dicho local que se deja de percibir y en definitiva, empobrecimiento.
Me pregunté por qué una persona se descarga una película si la tenía en alquiler por un euro... Un triste y miserable euro. ¿Por comodidad? ¿Economía?¿La crisis? ¿Falta de tiempo?
Lo peor de todo es que el tema no acaba ahí.
El mundo del cine, al menos en España, y tomando esto como una simple observación mía, está en declive total y absoluto. 
A las salas les cuesta un esfuerzo colosal poder sacar pasta de la venta de una entrada, porque entre distribuidoras e impuestos la fagocitan casi al completo. Añadid sueldos, recibos varios tipo luz, seguros y yo que sé qué más.
La película debe ser vista por muchos espectadores para que sea rentable y se ha de tener una mínima certeza de que la cosa se va a comportar así, porque, de lo contrario, ni siquiera se apuesta por distribuír la película en salas, la pasamos diréctamente al mercado domestico y retorciendo un poco más el asunto, si en dicho mercado, tampoco tenemos espectativas, ni se edita en determinados países y punto.
Hay títulos actuales que no he podido encontrarlos en ningún sitio doblados al castellano, imgino que porque no ha interesado trabajar para tener pérdidas doblandolos.

Tengo una gran cantidad de discos con cientos de películas, originales, pero no sólo DVDs o BRs, sino que también conservo bastantes cintas de VHS, algunas de ellas con películas que no se han reeditado ni en DVD, con lo cual me imagino que con el tiempo, se acabarán olvidando o yo que sé. Pero es que incluso tengo películas en super 8, estas se reducen a tres (de este sistema, el super 8, haré un post como es debido, porque no hay nada más cercano al cine que proyectar película física). Me apasiona el formato físico y más de uno se preguntará por qué...
¿Por qué en unos tiempos en los que todo corre por internet y en un disco de un Tb caben yo que sé de pelis, con el considerable ahorro de espacio, por supuesto, y la seguridad (supuesta) de que no se va a estropear, puede haber alguien a quien le guste tener las películas en formato físico?
He preguntado a varios conocidos míos que compraten afición por el formato físico, tanto de películas como de discos, he mirado por internet algún que otro debate sobre el tema por algún que otro foro y hay varias respuestas que coinciden.

La más común que encontré fue que se prefiere tener las estanterías hasta la bola de películas, se disfruta observándolas, porque ha sido una labor de años para irlas reuniendo, porque tiene tu sello personal de tus gustos.
Otros por el hecho de poder contemplar las carátulas con sus sinopsis.
Hay quien le gusta poder tocarlas y así sabe mejor lo que tiene e incluso quien sabe que esa edición no va a perder dinero con ella sino que incluo lo va a ganar, como antigüedad.

Tengo cintas en VHS que han multiplicado su valor por el simple hecho de que el tiempo ha pasado por ellas.
Así que ya tenemos una razón un tanto menos elitista que el simple hecho de coleccionar: el vil metal.
Mi razón principal, a parte de las anteriores, por supuesto, es muy simple.
Muchas de esas películas las tengo desde niño, me las regalaban mis padres, mi abuela... Cuando fui creciendo y llegó el tiempo en que mi padre me asignó la "paga semanal", muchas de aquellas pesetas iban a parar a manos del tío del videoclub de mi barrio, con los alquileres primero y con la venta de VHS posteriormente.
La mayoría de las veces tenía que esperar varias semanas para comprar una cinta o a veces me las regalaban y menudo sorpresón, tal es el caso de Terminator 2, que mi padre metió la cinta en el vídeo sin que yo me diera cuenta y cambió de canal , esperó a que yo pasase al salón para cambiar los canales simulando que hacía zapping... entonces lo pude escuchar... aquel sonido de lasers era inconfundible y el nombre de John Connor salía por único altavoz de aquella Fisrt Line de color negro.
Caí en la trampa de lleno, creyendo que la estaban poniendo en la tele, no pensé que hacía poco la habían sacado en vídeo y que la emitieran era imposible, y busqué una cinta virgen para grabarla, me daba igual que estuviera empezada y entonces pude obeservar el vídeo Samsung funcionando, con el play latiendo en verde...
Mi padre me dio la carátula original y allí estaba el ídolo más grande de todos los tiempos del celuloide (para mí, al menos, a mis aún adolescentes años) Arnold Schwarzenegger...
Aquella noche la vi, por supuesto, al día siguiente, la volví a poner por la tarde y así hasta saberme literalmente diálogos completos de la película, cada fotograma, cada instante...era perfecta.
Así que, esa cinta, aún la conservo y continúa viéndose muy bien.
El esfuerzo que me costó poder reunir el fondo de mi videoteca cuando adolescente, o el poder buscar una primera edición, en la actualidad de ciertos films (la última que adquirí fue El ejército de las tinieblas con su pedazo de carátula azul), hace que, en mi caso,no sea el hecho de acumular por el simple hecho de acumular.
Es cierto que el espacio es limitado y que aunque se tenga mucho, con cada compra hay menos, así que lo que hago es seleccionar detenidamente qué película adquiero para depositarla junto al resto de mi colección, lo cual, le ha dado una nueva dimensión, inesperada, y es que tardo mucho en comprar una peli, pero cuando lo hago, disfruto del momento mucho más que cuando compraba sin control sólo porque me gustaba y punto.

Almacenar pelis en un disco duro nos ofrece comodidad, no hay problemas de espacio y tener una cantidad ingente de títulos, tantos que surge el primer problema: hay veces que no sabes ni lo que tienes.
Otro gran problema a tener en cuenta es su durabilidad.
Pensad por un instante.
Una película, como tal, en 35 mm se sabe ya el tiempo que dura, si se conserva en condiciones óptimas, 16 mm o super 8.
Los VHS, yo los tengo que tienen ya treinta años y aún se ven bien.
¿Cuánto dura un disco duro?
Un DVD que contiene una peli que te encanta ¿cuántas veces lo pones? ¿1000?
Vale, supongamos que lo pones 1000 veces.
Ahora pensemos que esa misma película la ponemos mil veces desde un disco duro... esas mil veces y otras tantas miles de veces que pondremos otras pelis, porque no vamos a estar siempre viendo lo mismo a menos que seamos unos jodidos locos obsesivos. Y el disco duro funcionando...al final se romperá y todas las pelis del mismo se irán por el sumidero, de golpe, todo el tiempo invertido en conseguirlas a freir espárragos, eso si no se te cae el disco al suelo una tarde como le pasó a un colega mío y ya lo pudo llevar a reparar que se quedó sin pelis.
Como podemos ver, no es muy saludable colocar todos los huevos en el mismo cesto.

Adios, pequeño videoclub de barrio, los que fuímos tus clientes lamentamos profundamente tu marcha, porque contigo mueren sensaciones de una época brillante, donde los veinte duros que valía alquilar una cinta te hacían pensartelo mucho, porque eran tus únicos veinte duros, una época en la que conseguir que te diesen pasta para alquilar/comprar una cinta requería un esfuerzo, al menos de paciencia, en aquel entonces. Tal vez ese sea el problema de hoy en día, que lo queremos todo más rápido y lo queremos ya...

6 comentarios:

  1. Muy interesante artículo; me ha hecho pensar acerca de lo que significa el coleccionismo (que en mi caso concreto deriva hacia la música).
    Respecto al daño que la piratería ha hecho en el sector audiovisual y otros, podríamos estar hablando largo y tendido, pero de lo que no me cabe ninguna duda, es que las alternativas que la piratería propone son de escasa calidad y consistencia...es decir donde se ponga una cinta de super-ocho o un vinilo que no me pongan un disco duro, no solo por la calidad que estamos perdiendo sino además porque renunciamos a la parte tangible y estética de poseer la película en nuestras manos.
    El coleccionismo se convierte en una especie de armonía entre el creador y el lector-televidente-oyente, una forma de agradecer a los que tanto han hecho por nuestro disfrute sensorial.
    Un saludo y enhorabuena por el blog.

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  2. Ante todo, muchas gracias por su comentario.
    Estoy totalmente de acuerdo con usted en lo que opina sobre la calidad que ofrece la pirarería, en mi modesta opinión, niguna. Ofrece cantidades industriales de obras que personas dedican tiempo, dinero y esfuerzo en crear, no sólo ya por el simple hecho de crear, sino también para recibir una contraprestación por los mismos. La piratería es pan para hoy y hambre para mañana.

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  3. Interesante debate, pero no termino de captar el sentido del primer comentario. Dice que la piratería es de escasa calidad, ¿a qué se refiere exactamente? ¿No se piratea a menudo por ser una versión mejor que la original, por ejemplo?

    Un saludo.

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  4. Buenas noches, he visto el blog y el tema del videoclub y me parece interesante. El videoclub era un lugar mágico, donde uno iba especialmente los fines de semana buscando alquilar aquel título que llevaba semanas intentando ver, pero que era imposible hacerlo. Suponia una experiencia casi mística, entrar en el videoclub y contemplar la carátula de esa pelicula que querias ver, al fin, alli libre. La cogías, llegabas a tu casa, metias el VHS y rebobinabas, porque siempre habia que rebobinar, y la veías. LA resolucion evidentemente no era la de hoy en dia, pero sin duda contenia algo especial, una especie de magia en el granulado que te hacia sentir que estabas viendo cine, especialmente en una época en la que tenías que esperar una media de un año hasta que el titulo pasaba del cine al videoclub. Y es que esa creo es una de las claves del tema: la inmediatez. Hace 15, 20 años, a nadie le importaba esperar un año para ver una pelicula en su casa, porque no habia prisa, no habia 30 peliculas que ver en cuatro meses. Pero hoy en dia todo debe ser inmediato. No lees un periodico porque en realidad no quieres leer la noticia, solo quieres leer el titular, qué ha pasado, no el como o el por qué ha pasado. Vivimos en la época de la tercera o incluso cuarta revolución industrial, y la tecnologia nos pone las cosas al alcance de forma inmediata, pero con un fin: consumirlo rápidamente para poder comprar otra cosas que sustituya a la anterior. Con el cine pasa lo mismo, quieres ver la pelicula ya, y a muchos no les importa ver cine pirateado, aunque no se escuche nada y la resolucion deje mucho que desear. Los videoclubs cierran no por caros, pues por 1 euro alquilas una pelicula, sino porque la gente se ha acostumbrado a tenerlo gratis, sin salir de su casa, y es imposible volver eso atrás. El español se ha acostumbrado a que todo es gratis, y no se da cuenta de que eso tiene un precio, como es el cierre de negocios, que cada vez distribuyan menos peliculas, y que el mercado español cada vez sea mas reducido. Eso si, la salida está clara: más ediciones de calidad, con mejor presentación de los blurays, porque los coleccionistas es precisamente lo que demandan: titulos con extras y calidad de presentación. Parece que últimamente se está haciendo bien en ese aspecto, y las ventas responden.
    Los videoclubs estan condenados a extinguirse, porque el futuro, que son los jóvenes, no saben casi ni lo que es comprar una pelicula original. Como se dijo en un diálogo de La red social, Mark Zuckerberg le indica a Sean Parker, fundador de Napster, que perdió los juicios contra las multinacionales de la música. Sean le responde: ¿tú crees? ¿quieres montar hoy dia una tienda de discos? El caso es el mismo: acostumbra a la gente a tener las cosas sin esfuerzo, y ya no podrás hacer que vuelvan atrás. Espero que la situación cambie.

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    1. Muchas gracias por el aporte.
      Lo cierto es que vivimos en una sociedad donde no se quiere más que tener y tener y no nos importa la calidad de lo recibido.
      Pero yo me pregunto... si con la situación como está, económicamente hablando, la gente apenas tiene para sobrevivir, el cine es un lujo caro y si lo puedes obtener gratis, aunque pierdas calidad, lo tomas porque es lo que hay. Pero cuando eso se va acrecentando, se convierte en un hábito y una costumbre generalizada. Es un acto que tendrá su consecuencia más tarde que pronto. Es la sociedad de consumo que se consume a sí misma...
      Saludos.

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  5. Muy interesantes comentarios.
    Respecto al comentario que hice sobre que la piratería ofrece poca calidad me estaba refiriendo al soporte físico; es decir, la piratería suele ofrecerse en productos online de descarga directa, y cuando no se da tal caso en productos físicos de escasa calidad y consistencia (como los DVD caseros).
    Un saludo.

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