jueves, 18 de junio de 2015

Así en la tierra como en el infierno

Director: John Erick Dowdle
Actores: Perdita Weeks, Ben Feldman, Edwin Hodge, Marion Lambert
Género: Terror/metraje encontrado
Duración: 93 min
Año: 2014
País: EEUU








ARGUMENTO

Un grupo de exploradores, capitaneados por una arqueóloga, busca la piedra filosofal. Sus investigaciones la han llevado hasta París, más concretamente, bajo la ciudad, donde se distribuyen galerías y galerías que albergan un enorme cementerio.
Haciendo caso omiso de la advertencia que sobre la entrada a lo que parece ser el infierno, les insta a abandonar su camino, se pierden en un laberinto de pasillos,recovecos y galerías que los conducen a su propio infierno personal de cada uno.

CRÍTICA

Lo cierto es que la película tiene un argumento que engancha, es decir, si te lees de lo que va, porque si ves el trailer, no te dice gran cosa.
Cuando acabé de verla me dejó un sabor agridulce y digo cláramente por qué: su final.
En realidad no sólo su final, sino más bien su último tramo, lo encontré flojo, lo cierto es que la película me fue creando unas espectativas que iban creciendo a medida que avanzaban, para parar en seco y dejarme, como ya he dicho, un mal sabor de boca. Pero vamos por partes.

Su conjunto, en general, está bastante bien, es decir, si eres fan de estas pelis de metraje encontrado o falso documental que a raiz de la famosa bruja de Blair se ha retorcido hasta la nausea. Pues esta es una más, con la particularidad de que aquí no sales de unas catacumbas que te ponen los pelos de punta, aunque sean situaciones que sabes que se van a dar sí o sí, manidas y ultravistas, pero a decir verdad bien hechas, pongo por ejemplo el momento en que un miembro del equipo queda atrapado sin poderse mover ni adelante ni atrás, en un pasadizo estrecho, lóbrego, oscuro, húmedo, infecto... rodeado de restos humanos amontonados.
Como en este tipo de filmes, los miembros del equipo van cayendo presa de sus propios miedos, lo cierto esque no se lo curraron en exceso, todo son situaciones muy vistas, esterotipadas, pero la verdad es que están resueltas con cierto toque, simple y directo, sin complicaciones.
Aunque cada vez se adentran más en los fondos de esa ciudad de los muertos, la luz de las lintermas y focos que llevan es suficiente como para no perderse nada y se ve bastante bien, salvo cuando el director no desea que veas nada, o no veas tanto.

Lo que más me ha gustado es, sin duda, la localización, real como la vida misma. El que quiera saber más sobre la ciudad de los muertos de París, tiene montones de páginas en las que adentrarse en la verdadera historia de este lugar.
También el hecho de que se baje al infierno, es decir, que se acceda por "una puerta terrenal" o algo así. El argumento es bueno, muy bueno, pero, a mi juício, no se le ha sacado todo el partido que se podía, porque una vez vista una situación, vistas todas.
Mención a parte es el final. No os lo voy a destripar, pero me ha resultado tan falto de ideas y plano que te deja como diciendo...¿Y? ¿Y para qué narices se han metido ahí? ¿Ya está?

ÚLTIMA CLAQUETA

La divina comedia de Dante... si alguien la ha leído sabrá que la frase que incita a desistir a la entrada del infierno, es la misma que sale en la película.
A raíz de ver este film, que aunque muy vagamente alude a la obra del inmortal poeta, me dio por buscarla y comenzar a leerla, a pesar de las advertencias que hay por internet no precisamente por nada maléfico, sino por tocho plomizo y soporífero una vez pasado el infierno.
Lo poco que he leído hasta ahora, muestra un infierno dividido en nueve círculos, todo cargado de simbolismo y metafóricas frases que menos mal que me dio por comprar una versión con innumerables notas aclaratorias, porque de lo contrario, no sabes nada de los números y su simbología dentro de la obra ni nada de nada, y es que es densa, densa, densa.
Hay que leerla despacio, sin prisa, para poder medio enterarte de algo, con lo cual ya vemos que no es de lectura fácil y que realmente, hay que perder toda esperanza de enterarse de algo sin las notas aclaratorias, al menos un aprendiz eterno como yo, pero me está gustando el viaje del poeta acompañado de su guía, Virgilo a través del inframundo, oscuro, opresivo, enorme, con su forma de cono puesto al revés, comenzando por la base, que es donde se encuentra la entrada, hasta llegar a lo más profundo y estrecho del mismo...


"Los que aquí entrais, abandonad toda esperanza"

viernes, 12 de junio de 2015

Cristopher Lee...Drácula ha muerto










Cristopher Lee (1922-2015)

Como cada mañana, mientras tomo el desayuno, veo las noticias por televisión. Entre la multitud de locuras en las que el mundo se desenvuelve y que han hecho que uno se vuelva insensible a lo que sale por la caja tonta, hoy en dia, más tonta que nunca antes en su historia, yo diría imbécil del todo, leí que Cristopher Lee habia muerto.

Yo no sé si estaréis de acuerdo o no, pero cuando un actor tan importante como este se marcha, es como si una parte muy muy pequeñita de ti muriese con él. Aunque es una muerte extraña, porque para cada uno de sus seguidores vivirá cada vez que pongamos una de sus películas en un DVD, así que no es una muerte total.

Para mí, Cristopher Lee siempre será Drácula, nadie lo encarnó como él, su mirada llena de rabia aún me persigue en mis pesadillas, único lugar en la vida de un adulto, donde aún puedes ser un niño y temer aquello  a lo que no temes en la vida real. 
Su porte señorial indujo elegancia a un ser mostruoso como es el vampiro de Stoker, su sóla presencia inquietaba a pesar del cartón piedra que simulaba el castillo.
Si un actor aparece en pantalla y con su simple mirada no se hacen necesarias palabras para que llene la misma, así distingo yo a uno de los grandes.
Particpó en más de doscientas películas, unas mejores y otras peores y es que él era muy en la línea de nuestro Jacinto Molina, interpretar...interpretar sin parar, hasta el fin, literalmente. ¿Por qué?
tal vez porque los actores tienen la posibilidad de escapar de las garras de la realidad (vejez, enfermedades) cuando actúan.
Cuando vi Empusa, de Paul Naschy, se palpaba que su final estaba cerca, no se movía apenas, en casi todas las escenas se le veía sentado, pero ahí estaba, dándolo todo hasta el fin, sin importarle una mierda si la película sería buena o mala, haciendo aquello en lo que creía, viviendo su vida agarrándola por las solapas y zarandeándola, como si dijera..."aquí quien manda soy yo".
Volvamos a Cristopher, amigo de Paul, incombustible hasta el fin, con las botas puestas.

Es jodido ver cómo muere uno de tus héroes. No quiero decir con esto que te des contra las esquinas, pero es que notas que algo falta, que lo ves en pantalla y que sigue vivo, pero sabes que no es así, que no habrá nuevos cameos, que no habrá ni un sólo "acción" más, porque en el fondo piensas que los héroes no pueden morir... joder... es lo que nos han enseñado desde niños...los héroes no mueren... los villanos tampoco, siempre vuelven, cuando menos lo esperas, aparecen en alguna otra parte de la saga...

Su interpretación de Drácula siempre me fascinó, aún lo hace. Fue mi primer vampiro, pues vi sus pelis mucho antes de acudir a la fuente de la que manaba, el libro de Stoker, novela que he leído ya en cinco ocasiones y que volveré a leer.

Cristopher...sólo quiero darte las gracias por tantas y tantas ocasiones en que de niño me lo hiciste pasar tan mal, para de mayor, hacer que me lo pasase tan bien. Gracias por regalarnos al mejor Drácula de la historia del cine.

Cuando escribo un post, siempre dejo el título del mismo para el final, un post como este, en el que no hablo de una película concreta, y lo elijo en función de lo que las palabras escritas me sugieran...
Mientras escribía el título de este, justo al acabar de hacerlo, un tubo de pegamento que tengo en el escritorio se ha volcado, empujado por unos DVDs que estaban al lado... como negando lo que acababa de escribir. Sé que de eso nada pero... qué diablos, en nuestra vida zombificada por las multinacionales, que nos crean necesidades donde no hay nada, yo prefiero obligarme a creer que es posible, ya que en los cuentos, la fantasía o el terror, al menos uno es más libre.

Pero cuidado... Drácula siempre, siempre vuelve de la tumba...



domingo, 7 de junio de 2015

It Follows


Director: David Robert Mitchell
Actores: Maika Monroe, Keir Glichrist, Daniel Zovatto, Jake Weary
Género: Terror

Duración: 100 min
País: EEUU
Año: 2014






ARGUMENTO

Una chica tiene un encuentro sexual con su novio en un coche. Acto seguido, su novio le cuenta que le ha pasado algo, una maldición, que la perseguirá hasta matarla si le da alcance. No se detiene ante nada, aparece en cualquier momento, no se puede matar... sólo puede traspasarla a otro, acostándose con él...

CRÏTICA

Tengo que decir que esta película me ha sorprendido más de lo que me imaginaba y no ha sido precisamente por lo qu esperaba, me explico...
Yo creía que iba a ver un slasher rodado con los medios de hoy, pero al estilo de los 80 y lo cierto es que tiene una cantidad de elementos de los ochenta, de hecho todo me recordaba a los ochenta, pero sin el gore de aquellas películas y lo curioso es... que me ha gustado.

Una regla imprescindible que se cumplía a rajatabla en un slasher  ochentero era que la "final girl" era pura y casta aunque deseara a lo largo de todo el metraje no serlo.
Otra regla que entronca diréctamente con la primera era que todo el que practicaba el sexo fuera del matrimonio, era liquidado por el psicópata  de turno.

Aquí, de entrada, la final girl se tira a un tío nada más empezar y el sexo se convierte justamente en la salvación, contraviniendo aquellas normas universales dentro de estos films.
Tras ver esto, ya nos percatamos de que no es un slasher al uso y a medida que la película avanza, descubrimos que el asesino en este caso es un fantasma, no un ser, que aunque no muriese de dicisiete mil tiros, al final lo podías destruír.

A mí se me ha antojado un continuo homenaje a las películas de aquellos años, un regalo sencillo pero eficaz a todos los que crecimos viendo a Jason, Michael, Freddy o Leather Face persiguiendo adolescentes subidos de hormonas.
Tas es el nivel de detalle de contínuo homenaje al slasher que hubo un momento que tuve la sensación de estar viendo una primera parte de Halloween.

Para empezar, la época del año...otoño, pues las hojas secas, el ambiente mortecino de esas tardes en que la luz del Sol cada vez desaparce antes, dejando paso a las tinieblas y a nuestros antíguos psicópatas, acartonados ya por el paso del tiempo. Realmente te recuerda a Carpenter y su Halloween.
Las casitas idílicas americanas, una al lado de otra, donde todos se conocen y el medio es seguro. 
Ausencia total de los progenitores que no asoman la gaita ni un solo instante y los jóvenes se encuentran solos frente a sus miedos, sus terrores, sus errores...

Todo gira en torno a algo que los persigue, no se sabe qué es, nadie sabe qué busca, ni su origen, simplemente existe y hace lo que siempre ha hecho el boogeyman: llevarse a los "niños malos"... se acerca...cuando menos lo esperas...lentamente...sin detenerse... muy lentamente...como los zombies de Romero...

El ambiente frío, de terror psicológico y claustrofóbico está muy bien logrado. It follows es puro ejercicio de estilo, con planos largos que imitan de nuevo a Carpenter.

La banda sonora merece una mención aparte porque parece sacada de una mala película de psicópatas de los ochenta, pero a poco que te fijes en ella, te das cuenta de que gran parte de la atmósfera de pesallilla recae sobre sus hombros. Sencillamente magistral.

Para mi, lo malo viene hacia el final; no me gusta cómo resuelven la situación de forma un tanto absurda, o al menos creer que así la resolverán, aunque tal vez ello forme parte también de las decisiones absurdas que los personajes realizan en un slasher, como por ejemplo, y esto lo hemos visto miles de veces, cuando la protagonista logra escapar de las garras del asesino, tiene la libertad a un paso y es segura y... se vuelve para atrás porque dejó a su amiga del alma atada a la pata de una mesa camilla en la que la madre del psicóta toma el te los domingos con sus amigas antes de ir a misa de siete y media...
Quizá dicha resolución sea otro homenaje a esas decisiones.

Como ya he dicho, a mí me ha gustado por la sencillez con la que plantea las cosas, no engaña a nadie, no hay trampa ni cartón. No es una peli en la que el susto fácil a base de ruído te levante de la butaca, no porque seas un cagueta, sino porque suben tanto el volumen que das un respingo por inercia animal, más que porque te asustes... aquí no... Esto es terror psicológico, mi preferido, y por ello me ganó.
Que nadie espere casquería, que nadie espere encontrar visiones desagradables a base de cuchilladas. Esperad la típica sensación que se tiene en una pesadilla cuando el que te persigue, a pesar de que anda despacio, te va dando alcance, aunque tú corras más que él.
Sé que algunos dirán que es un rollazo y lo respeto, por supuesto, pero, en mi humilde opinión, creo que hay que haber visto mucho slasher de los ochenta, en su época real, porque a poco que uno piense, se acordará de las claves de una peli de psicópatas y disfrutará mucho más cada detallito oculto en los fotogramas de It follows (ahí va una última ayuda...el coche en el que todo da comienzo...yo no sé cuál es, pero apostaría que es de los ochenta). Y el que no se acuerde y quiera un curso acelarado-intensivo-ultrarápido... que vea Scream...

ÚLTIMA CLAQUETA

Yo flipaba con estas pelis. Me las tragaba cada domingo en Noche de Lobos de Antena 3, junto con el inseparable comentario de Joan Lluis Goas, o en mi querido VHS, alquiladas en cualquier videoclub de aquellos maravillosos 80, con su carátula embustera, como era costumbre, pero colorida, impactante, dibujada...

Resulta curioso poder contemplar hoy en día y tras varias lecturas, ya de adulto, de algún que otro libro sobre slasher, artículos y entrevistas, yo sabía distinguir digamos que "a brocha gorda" los puntos principales de un slasher:
*No practiques sexo
*No consumas drogas
*Sé estudioso/a
*Al malo no hay quien lo mate
*La protagonista, a veces, parece idiota y vuelve a la picota tras haber escapado
*¿He dicho protagonista en el punto anterior? Olvidadlo...con las secuelas, el protagonista es el psicópata y el que de verdad quieres que salga porque sabes que es el mejor en su oficio y el resto sólo está para rellenar pantalla...qué narices...

Realmente acojonaban, aunque eran simples, aunque fuesen algunas más malas que la peste negra, pero tal vez por eso, le daban ese ambiente cutre que te ponía los pelos de punta.
Siempre recordaré la noche que vi Henrry: retrato de un asesino ( John McNaughton, 1986). Joder... que mal rollo, qué personajes, no sé si Henrry era el peor o lo era Otis, pero sí recuerdo la suciedad que destilaba las propias imágenes, los ambientes sordidos...
El género decayó, como todo en la vida, pero nos dejó títulos que son verdaderas piezas inolvidables tales como Pesadilla en Elm Street, La noche de halloween, La matanza de Texas, Las colinas tienes ojos, la citada Henrry, Maniac, Cumpleaños Sangriento, Viernes 13, El asesino de Rose Mary, Mil gritos tiene la noche...algunas desdes luego, no aptas para espectadores sensibles. Lo que es indudable es que el propio éxtito acabó con el slasher, hasta su despuntar de nuevo en Scream.
Ojalá que con esta pequeña pincelada que aporta It follows, vuelvan a hacer slasher de calidad, a fin de cuentas, los ochenta están más de moda que nuca y, al menos yo, echo de menos una buena peli de psicópatas, que no sea un remake o una precuela, una pre-precuela o una re-pre-pre-precuela...



"...está en algún lado...caminado diréctamente hacia ti...Lo único que puedes hacer es pasárselo a otra persona..."

lunes, 1 de junio de 2015

Cierre de un videoclub


 








No hace mucho, comentaba parte de mi experiencia con aquellos videoclubs de los ochenta donde pasaba largo rato cogiendo y soltando carátulas, leyendo argumentos y, en definitiva, viviendo unos momentos míticos, sin saberlo, de lo que sería el vídeo doméstico.
En mi barrio había dos videoclubs...hasta ayer, aún los hay, pero ya uno de ellos está sentenciado a muerte, pues se está deshaciendo de todo su fondo para cerrar definitivamente en un par de semanas o poco más. Sólo queda uno...curiosamente el primero que empezó... fue el primero y ha sido el último.

Cuando me enteré de que liquidaban sus películas, fui corriendo y me puse como un loco a rebuscar y de repente... una sensación... 
Cogí una carátula de una película que  había alquilado tiempo atrás, hace muchos años, y una sensación curiosa recorrió mi alma cinéfila. Sentí pena porque algo como eso estaba no ya agonizando, sino muerto... el videoclub.
Supongo que será una tontería pero, de camino a casa con tres películas de terror en la mano, me di cuenta del tremendísimo daño que la piratería está haciendo al sector. Un local que cierra, personas al paro, dinero de alquiler de dicho local que se deja de percibir y en definitiva, empobrecimiento.
Me pregunté por qué una persona se descarga una película si la tenía en alquiler por un euro... Un triste y miserable euro. ¿Por comodidad? ¿Economía?¿La crisis? ¿Falta de tiempo?
Lo peor de todo es que el tema no acaba ahí.
El mundo del cine, al menos en España, y tomando esto como una simple observación mía, está en declive total y absoluto. 
A las salas les cuesta un esfuerzo colosal poder sacar pasta de la venta de una entrada, porque entre distribuidoras e impuestos la fagocitan casi al completo. Añadid sueldos, recibos varios tipo luz, seguros y yo que sé qué más.
La película debe ser vista por muchos espectadores para que sea rentable y se ha de tener una mínima certeza de que la cosa se va a comportar así, porque, de lo contrario, ni siquiera se apuesta por distribuír la película en salas, la pasamos diréctamente al mercado domestico y retorciendo un poco más el asunto, si en dicho mercado, tampoco tenemos espectativas, ni se edita en determinados países y punto.
Hay títulos actuales que no he podido encontrarlos en ningún sitio doblados al castellano, imgino que porque no ha interesado trabajar para tener pérdidas doblandolos.

Tengo una gran cantidad de discos con cientos de películas, originales, pero no sólo DVDs o BRs, sino que también conservo bastantes cintas de VHS, algunas de ellas con películas que no se han reeditado ni en DVD, con lo cual me imagino que con el tiempo, se acabarán olvidando o yo que sé. Pero es que incluso tengo películas en super 8, estas se reducen a tres (de este sistema, el super 8, haré un post como es debido, porque no hay nada más cercano al cine que proyectar película física). Me apasiona el formato físico y más de uno se preguntará por qué...
¿Por qué en unos tiempos en los que todo corre por internet y en un disco de un Tb caben yo que sé de pelis, con el considerable ahorro de espacio, por supuesto, y la seguridad (supuesta) de que no se va a estropear, puede haber alguien a quien le guste tener las películas en formato físico?
He preguntado a varios conocidos míos que compraten afición por el formato físico, tanto de películas como de discos, he mirado por internet algún que otro debate sobre el tema por algún que otro foro y hay varias respuestas que coinciden.

La más común que encontré fue que se prefiere tener las estanterías hasta la bola de películas, se disfruta observándolas, porque ha sido una labor de años para irlas reuniendo, porque tiene tu sello personal de tus gustos.
Otros por el hecho de poder contemplar las carátulas con sus sinopsis.
Hay quien le gusta poder tocarlas y así sabe mejor lo que tiene e incluso quien sabe que esa edición no va a perder dinero con ella sino que incluo lo va a ganar, como antigüedad.

Tengo cintas en VHS que han multiplicado su valor por el simple hecho de que el tiempo ha pasado por ellas.
Así que ya tenemos una razón un tanto menos elitista que el simple hecho de coleccionar: el vil metal.
Mi razón principal, a parte de las anteriores, por supuesto, es muy simple.
Muchas de esas películas las tengo desde niño, me las regalaban mis padres, mi abuela... Cuando fui creciendo y llegó el tiempo en que mi padre me asignó la "paga semanal", muchas de aquellas pesetas iban a parar a manos del tío del videoclub de mi barrio, con los alquileres primero y con la venta de VHS posteriormente.
La mayoría de las veces tenía que esperar varias semanas para comprar una cinta o a veces me las regalaban y menudo sorpresón, tal es el caso de Terminator 2, que mi padre metió la cinta en el vídeo sin que yo me diera cuenta y cambió de canal , esperó a que yo pasase al salón para cambiar los canales simulando que hacía zapping... entonces lo pude escuchar... aquel sonido de lasers era inconfundible y el nombre de John Connor salía por único altavoz de aquella Fisrt Line de color negro.
Caí en la trampa de lleno, creyendo que la estaban poniendo en la tele, no pensé que hacía poco la habían sacado en vídeo y que la emitieran era imposible, y busqué una cinta virgen para grabarla, me daba igual que estuviera empezada y entonces pude obeservar el vídeo Samsung funcionando, con el play latiendo en verde...
Mi padre me dio la carátula original y allí estaba el ídolo más grande de todos los tiempos del celuloide (para mí, al menos, a mis aún adolescentes años) Arnold Schwarzenegger...
Aquella noche la vi, por supuesto, al día siguiente, la volví a poner por la tarde y así hasta saberme literalmente diálogos completos de la película, cada fotograma, cada instante...era perfecta.
Así que, esa cinta, aún la conservo y continúa viéndose muy bien.
El esfuerzo que me costó poder reunir el fondo de mi videoteca cuando adolescente, o el poder buscar una primera edición, en la actualidad de ciertos films (la última que adquirí fue El ejército de las tinieblas con su pedazo de carátula azul), hace que, en mi caso,no sea el hecho de acumular por el simple hecho de acumular.
Es cierto que el espacio es limitado y que aunque se tenga mucho, con cada compra hay menos, así que lo que hago es seleccionar detenidamente qué película adquiero para depositarla junto al resto de mi colección, lo cual, le ha dado una nueva dimensión, inesperada, y es que tardo mucho en comprar una peli, pero cuando lo hago, disfruto del momento mucho más que cuando compraba sin control sólo porque me gustaba y punto.

Almacenar pelis en un disco duro nos ofrece comodidad, no hay problemas de espacio y tener una cantidad ingente de títulos, tantos que surge el primer problema: hay veces que no sabes ni lo que tienes.
Otro gran problema a tener en cuenta es su durabilidad.
Pensad por un instante.
Una película, como tal, en 35 mm se sabe ya el tiempo que dura, si se conserva en condiciones óptimas, 16 mm o super 8.
Los VHS, yo los tengo que tienen ya treinta años y aún se ven bien.
¿Cuánto dura un disco duro?
Un DVD que contiene una peli que te encanta ¿cuántas veces lo pones? ¿1000?
Vale, supongamos que lo pones 1000 veces.
Ahora pensemos que esa misma película la ponemos mil veces desde un disco duro... esas mil veces y otras tantas miles de veces que pondremos otras pelis, porque no vamos a estar siempre viendo lo mismo a menos que seamos unos jodidos locos obsesivos. Y el disco duro funcionando...al final se romperá y todas las pelis del mismo se irán por el sumidero, de golpe, todo el tiempo invertido en conseguirlas a freir espárragos, eso si no se te cae el disco al suelo una tarde como le pasó a un colega mío y ya lo pudo llevar a reparar que se quedó sin pelis.
Como podemos ver, no es muy saludable colocar todos los huevos en el mismo cesto.

Adios, pequeño videoclub de barrio, los que fuímos tus clientes lamentamos profundamente tu marcha, porque contigo mueren sensaciones de una época brillante, donde los veinte duros que valía alquilar una cinta te hacían pensartelo mucho, porque eran tus únicos veinte duros, una época en la que conseguir que te diesen pasta para alquilar/comprar una cinta requería un esfuerzo, al menos de paciencia, en aquel entonces. Tal vez ese sea el problema de hoy en día, que lo queremos todo más rápido y lo queremos ya...