Actores:Adam Wingard, Joe Swamberg, Lane Hughes
Género: Terror
Duración: 116 min
Año: 2012
País: EEUU
Argumento
Unos delincuentes que se dedican a sacar unos miserables cuartos vendiendo sus fechorías que previamente graban en vídeo, aceptan un trabajo que consiste en robar una cinta de VHS que al parecer contiene imágenes comprometidas.
Al acudir a la casa en la que deben realizar la operación, descubren a su único habitante muerto frente a varios televisores y vídeos conectados. El grupo se divide para buscar la cinta mientras uno visualiza las que contienen los diferentes aparatos de vídeo.
A medida que las cintas son visualizadas, descubrimos unos vídeos extraños, donde la violencia lo invade todo, convirtiendo situaciones más o menos normales en desastres atroces.
Los integrantes del grupo de delincuentes van desapareciendo a medida que visionan las cintas.
Película de metraje encontrado que consta de seis historias inconexas entre sí, salvo por la brutalidad y la violencia que las invade, explícita en ocasiones, sugerida otras.
Crítica
Leí bastantes opinines de esta película antes de decidir verla y la ponian, las más de ellas, por las nubes.
El terror de hoy en día es un engendro palomitero en su inmensa mayoría, esta cinta no sé cómo clasificarla, no me resultó palomitera, tampoco una obra maestra del terror moderno, pero desde luego, no encaja en el cine de terror que suelen poner en pantalla grande.
Las imágenes del grupo de indivíduos que aparecen al principio, haciendo el gamberro, destrozando cosas o atacando a una pareja, nos introducen en la suciedad mental de esos personajes que van a ser el hilo conductor del resto de historias y que no debían de ser de los que se sentaban en las primeras filas de los bancos de la escuela, precisamente. Graban todo en vídeo de forma obsesiva.
Planos movidos, pero que dejan ver lo esencial de la bajeza de estos tipejos y sus deplorables actos hasta que llegan a la casa donde tienen que hacer el trabajito.
Que se dividan para encontrar la cinta, me pareció normal, no tanto que siempre se quedasen tranquilamente visionando cassettes sabiendo que hay un fiambre en la casa, lo ví forzado.
La parte mala es que hay demasiadas situaciones forzadas,sobre todo en este episodio "por partes" de la película, reacciones poco creíbles, pero que si tenemos la manga ancha, no nos llegará a importar en exceso, porque, lo cierto, es que las historias cortas que se suceden, alguna que otra, está bastante bie resuelta.
Todo está envuelto en ese halo de rodaje amateur que le da un toque realista bastante bien conseguido, no hay ninguna situación agradable y las casi dos horas de metraje no se me hicieron pesadas, aunque sí algo angustiosas, pues tienes la sensación de ser un voayeur del horror malsano todo el tiempo que no puede preveer nada y cuando lo hace, le dan un giro brutal que te deja nockeado, usando un término pugilístico.
Escenas violentas con su poquito de gore bien distribuído y de calidad decente, cumple sin más. Escalofriante a ratos, previsible en otros, sucia siempre, malsana, incoherente, inquietante...
No recomendable para aquellos que no estén acostumbrados al terror moderno de corte independiente, mundo este, donde se pueden filmar todas las burradas que uno quiera, situaciones bizarras a patadas, rallantes en la paranoia.
VHS es una descarga de agua helada en pleno verano que, aunque haga calor, no deja de ser desagradable recibirla.
Abstenerse personas fácilmente impresinables. A los amantes del terror más gamberro o les encantará o la detestarán, pero no se quedarán en medio.
Última claqueta
La moda retro está alcanzando, por fin, a los formatos físicos.
El formato físico goza de una fascinación para el coleccionista que no se puede comparar con un disco duro. ¿Por qué? Yo tengo mi teoría, y esa teoría adentra sus raíces en mi infancia y juventud, estoy seguro de ello. Tal vez coincida con la vuestra o no, pero esta es la mía.
Cuando yo, sin saberlo, iniciaba los cimientos de mi cinefilia, iba a los videoclubs con el dinero de mi paga semanal. Me lo solía fundir con varias cintas, siempre de corte fantástico, terror o acción. Pura adrenalina ochentera.
Cuando la venta de cintas se hizo más barata y se me pusieron a tiro cassettes míticos, los compré. recuerdo uno en especial: Terroríficamente muertos (Evil Dead 2) que me costó 1000 pesetas, dinero que no tenía y me dio mi abuela. Con el tiempo, fueron llegando más...Waterworld... Starships troopers... Jungla de cristal...
El VHS entregó la cuchara a manos del DVD y vuelta a comprar las mismas pelis y muchas más, pero el DVD también dejó paso al BR.
Tener mil millones de películas en un disco duro no se puede comparar con tener una carátula en tus manos, ver las fotos, los argumentos... todo.
Siempre he preferido lo físico a lo intangible. No me compensa tener muchas pelis si ni siquiera sé lo que tengo y es que cantidad y calidad están reñidas.
Hoy en día, conservo mis viejos VHS y los visiono en su formato y película que tengo en VHS no la busco en otro medio, aunque tenga mucha menos resolución, pero tiene más encanto. Esto es así... o lo sientes o no lo sientes y tan respetable es una postura como la otra.
Hay quien me dice..."para qué quieres eso si en BR se ve mucho mejor"
Podría dar mil explicaciones... por encanto, por nostalgia, porque se va revalorizando o porque símplemente no está reeditada en DVD o BR y, éste último, amigos, es un motivo de peso para conservarla en su formato original.
La próxima peli que voy a comentar es VHS 2 y en el apartado de la claqueta, os hablaré de cómo eran los videoclubs de mi barrio. Supongo que, a más de uno, le traerá recuerdos...
Última claqueta
La moda retro está alcanzando, por fin, a los formatos físicos.
El formato físico goza de una fascinación para el coleccionista que no se puede comparar con un disco duro. ¿Por qué? Yo tengo mi teoría, y esa teoría adentra sus raíces en mi infancia y juventud, estoy seguro de ello. Tal vez coincida con la vuestra o no, pero esta es la mía.
Cuando yo, sin saberlo, iniciaba los cimientos de mi cinefilia, iba a los videoclubs con el dinero de mi paga semanal. Me lo solía fundir con varias cintas, siempre de corte fantástico, terror o acción. Pura adrenalina ochentera.
Cuando la venta de cintas se hizo más barata y se me pusieron a tiro cassettes míticos, los compré. recuerdo uno en especial: Terroríficamente muertos (Evil Dead 2) que me costó 1000 pesetas, dinero que no tenía y me dio mi abuela. Con el tiempo, fueron llegando más...Waterworld... Starships troopers... Jungla de cristal...
El VHS entregó la cuchara a manos del DVD y vuelta a comprar las mismas pelis y muchas más, pero el DVD también dejó paso al BR.
Tener mil millones de películas en un disco duro no se puede comparar con tener una carátula en tus manos, ver las fotos, los argumentos... todo.
Siempre he preferido lo físico a lo intangible. No me compensa tener muchas pelis si ni siquiera sé lo que tengo y es que cantidad y calidad están reñidas.
Hoy en día, conservo mis viejos VHS y los visiono en su formato y película que tengo en VHS no la busco en otro medio, aunque tenga mucha menos resolución, pero tiene más encanto. Esto es así... o lo sientes o no lo sientes y tan respetable es una postura como la otra.
Hay quien me dice..."para qué quieres eso si en BR se ve mucho mejor"
Podría dar mil explicaciones... por encanto, por nostalgia, porque se va revalorizando o porque símplemente no está reeditada en DVD o BR y, éste último, amigos, es un motivo de peso para conservarla en su formato original.
La próxima peli que voy a comentar es VHS 2 y en el apartado de la claqueta, os hablaré de cómo eran los videoclubs de mi barrio. Supongo que, a más de uno, le traerá recuerdos...
"Si estás viendo esto...¡No vengas!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario