miércoles, 1 de abril de 2015

El ejército de las tinieblas


Director: Sam Raimi
Actores: Bruce Campbell, Embeth Davidtz, Bridget Fonda, Richard Grove
Género: Aventuras
Año: 1992
País: EEUU







Argumento

Tras vencer a los demonios en la cabaña del bosque, Ash viaja a través del tiempo hasta la edad media. Allí es apresado y llevado a la corte, donde es arrojado a un pozo en cuyo interior habita un demonio. Ash, curtido ya con estos engendros del infiero, lo despacha tan ricamente y logra convencer a los habitantes del castillo que no es un enemigo. Una vez entabla relación con los habitantes de esa época, descubre que el mismo mal que acabó con sus amigos en su tiempo, acecha también a las personas que lo rodean...

Crítica

Debo reconocer que cuando vi esta película en el cine fui muy injusto con ella, al igual que mucha gente por aquellos tiempos, pues supongo que todos iban con las misma idea que yo: ver una continuación de Evil Dead más violenta, mas salvaje y demoníaca que la segunda parte-remake.
Raimi había cambiado de concepto. Mantenía el mismo personaje y sus demonios particulares, pero la película tenía más humor, más fantasía... aquello no era una peli de terror...era de aventuras.
Salí echando pestes de la sala, sintiendome estafado. Qué lejos estaba de lo que era sentirse realmente estafado al salir del cine, porque con los años comprendí, que aunque aquella película no era lo que yo esperaba, sí tenía una calidad tan enorme, que sólo hay que investigar un poco por internet para comprobar que hoy en día, es una película de culto y de las grandes. 
Hoy, con el paso de los años, la tengo en el lugar que se merece: UN PELICULÓN COMO LA COPA DE UN PINO.
La cinta está llena de guiños al fantástico desde viajes en el tiempo hacia épocas de caballeros (Un yanqui en la corte del rey Arturo) a esqueletos pertrechados al estilo de Jasón y los argonautas de Harryhausen e incluso al Retorno de Jedy, con las famosas palabras que Ash pronuncia, son en realidad los nombres de tres esbirros de Java.

Ash, heroe gore por excelencia, es mucho más chulo que diecisietemil ochos. Recordad, los que habeis visto la segunda parte...esa escena en la que un demonio está tirado en el suelo y repite sin parar..."me tragaré tu alma, me tragaré tu alma, me tragaré tu alma" y Ash, mientras le mete los cañones de la escopeta en los morros ,le dice..."trágate esto" justo antes de volarlo en pedazos. Pues esa actitud es la que tiene en todo el metraje de El ejército de las tinieblas.
No sé vosotros, pero a mí, me encantan ese tipo de personajes que siempre tienen una frase contundente para cada situación, llena de chulería y a la vez humor negro, que se ríen de las situaciones más peligrosas para ellos, al estilo de Bruce Willis en el último Boy Scout, de Tony Scott, 1991, porque si se ha de ser un chulo, al menos que sea con estilo...
Humor a brochazo gordo estilo ochentero y punto.

 Los decorados son espeluznantes, donde se palpa la mano de Raimi y sus anteriores trabajos, pero con más presupuesto, como salidos de una pesadilla en la que por algún extraño motivo, te gusta permanecer. Me encanta el molino, decrépito, en medio de una tierra maldita en la que demonios feroces campan a sus anchas. Ese tono azulado que tiene, frío, de otro mundo.

Los efectos especiales, hoy en día pueden resultar cutres...o no, según se mire, porque ya cansa tanto ordenador de por medio y se echa en falta más artesanía y cabeza que píxeles. Destacables y bastante buenos si recordamos que es una peli de comienzos de los noventa.

La banda sonora, perpetrada por Joseph LoDuca y Danny Elfman, es sencillamente genial e inmejorable, plagada de sonidos que y pasajes que evocan un mundo retorcido por esos demonios que persiguen a Ash desde la cabaña del bosque hasta su viaje en el tiempo, contundente en ocasiones y hermosa en otras, no tiene desperdicio... medieval y fuerte, se ajusta como un guante a la historia que narra el film.
Me encanta el tema de amor... dulce casi en su totalidad, pero con alguna nota inquietante con la que parece decirte..."¡Eh! no te equivoques...esto sigue siendo Evil Dead".

Por último, destacar que goza de un final alternativo nada despreciable, aunque me gusta más el que al final se dejó, pues continúa en la línea macarra de Ash hasta los títulos de crédito.
Como digo, el final alternativo...Ash, en su deseo de volver a su época, ingiere seis gotas (¿por qué justamente seis? Tal vez porque es el número del diablo, que aunque se repita dos veces más, sólo marca su énfasis por acercarse al número siete, el número de Dios) que lo harán dormir y despertar en su época.
Así que se encierra en una cueva junto con los restos de su destrozado coche y todo lo que trajo consigo y vuela la entrada. Pero cuando despierta y sale al exterior, no da crédito a lo que sus ojos le muestran...
No os cuento más, por si no lo habeis visto, así os animo a hacerlo.

Última claqueta  

 Aquella tarde  acudí al cine, a principios de los noventa, viernes, a primera hora... Hoy, para tener la sensación más apropiada, más cercana si cabe a aquellos años, la vuelto a ver en VHS.
Como no disponía de una copia, decidí buscarla por internet y descubrí que el precio era un tanto alto, símplemente por hacer la tontería de tenerla en VHS.
Pero, pensé...si la compro en DVD, lo mismo tiene un doblaje nuevo y acabo detestándola, así que volví a buscar con más ímpetu hasta que logré dar con una copia a muy buen precio.
Me arriesgué, pues el estado podría ser lamentable por cinco asquerosos euros y me llevé la grata sorpresa que sin estar de concurso u exposición, cumple de sobra. Es una primera edición y se ve bastante bien.
Enchufé el magnetoscopio (vídeo para los tragacintas de andar por casa como yo) y el televisor de rayos catódicos  (tubo) que tengo dispuestos en un rincón de mi cueva para ocasiones de alto nivel como esta, e introduje la cassette... La máquina comenzó a funcionar y tras los anunciós, la película empieza, con sus típicas rayas, su sonido cutrecillo y, en definitiva, todo el ambiente y sensación de cuando la vi por segunda vez tras alquilarla en el videoclub.

Soy de los que piensan que el continente es tan importante como el contenido. Bien es cierto que una edición en DVD o BR se verá mucho mejor, pero hay ciertas películas que requieren su soporte de época, como si de un vino se tratase en el que la copa en la que te lo tomas forma parte del ritual, pues aquí, igual.
Una película tan especial como esta, requiere ser vista tal y como salió, sin añadidos, sin retoques, en su tinta.
Tener en tus manos esa pedazo de carátula, con uno de los carteles que más me han gustado hasta la fecha, tan ochentero como falso ( esa escena no aparece en el film), causa una extraña sensación que te hace retroceder a aquellos días de instituto y cintas de vídeo.
Esto me hace pensar en que hay objetos que son capaces de traerte a la memoria recuerdos y sensaciones que ya habías olvidado, envueltas en la seda de la nostalgia, pues al desembalar el paquete en que recibí la película, y tenerla en mis manos, esa carátula azul enorme, Ash con el rifle en un brazo y la motosierra en otro, engañosamente cachas...pareció como si por un instante las paredes de mi habiatción se desvanecieran y en su lugar aparecieran los estantes de aquel videoclub donde yo alquilabas mis peliculillas...
 



"Claro que podría haberme quedado en el pasado... hasta podría haber sido rey... pero... a mi manera...ya soy rey... Saluda al rey, muñeca"

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