lunes, 23 de mayo de 2016

Suspiria

Director: Dario Argento
Actores: Jessica Harper, Flavio Bucci, Udo Kier, Miguel Bosé
Género: Terror
Año: 1977
Duración: 101 min
País : Italia







Argumento

Una chica ingresa como bailarina en una academia prestigiosa la misma noche que se produce un asesinato tremendo en ella.
El miedo se va extendiendo entre las alumnas con la misma rapidez a la que se van sucediendo hechos extraños y nuevos asesinatos que hacen sospechar a la protagonista que la brujería anda detrás de esas muertes.

Crítica

Cuando vi Suspiria, sencillamente me encantó. El paso del tiempo ha hecho algo que no suele hacer con las películas, en general, le ha dado el toque necesario para que no se vea como una película vieja, sino como un clásico.
Visionar Suspiria en como mirar un lienzo manchado de colores brillantes, de formas, de pinceladas de fuerza tan tremenda, que a poco que te guste el cine, ya notas algo distinto. La luz juega un papel fundamental, así como su contrapunto, la oscuridad, con cámaras diabólicas que se mueven como un personaje más por pasillos retorcidos y lúgubres de un internado del horror ante el que uno no puede más que maravillarse debido a la combinación de colores tan maravillosa que Argento hizo.
Todo resulta sospechoso, todos lo son. Un ambiente malsano impregna ese colorismo, el rojo sangre de las paredes, como si la hemoglobina brotase con cada fotograma y se contuviera, próxima a estallar.
El primer asesinato es cruento, detallado, retorcido, finalizando en una instancia de colores abrumadores.
El argumento no es de lo más destacable, es más, es simple, lo que importa aquí es ese cúmulo de colores tan bien mezclado que te crea una sensación de maravilla, opresión y horror a partes iguales.
La cámara es un personaje más, moviéndose por los pasillos, mientras se escucha el contínuo susurro del asesino incluso en la banda sonora del film, mención a parte de la misma.
El grupo Goblin junto con Argento, confeccionaron una partitura como jamás he visto otra igual. La banda sonora es una pieza fundametal de la película, como todo, se funde en ese caldero como un ingrediente más del brebaje que es Suspiria y que te mantiene pegado al asiento, escena tras escena, color tras color, muerte tras muerte...
Su B.S.O. es de las pocas que me han metido intranquilidad mientras veía una peli... buena buena de verdad, eso sí, no apta para todos los oídos, precisamente por el objetivo por el que fue creada:dar miedo, y es que si la escuchas con unos buenos auriculares, con la luz apagada y los ojos cerrados, mientras dejas volar tu imaginación, casi puedes escuchar el respirar del asesino mientras se va acercando a ti, sigilosamente...Sencillamente, brutal banda sonora.

Los asesinatos son al más puro estilo del giallo italiano, con primeros planos de apuñalamientos y cortes, sólo destacar que la sangre es de un tono rosáceo que puede dar sensación de irrealidad, pero es que todo resulta irreal, es un hechizo, un acto brujeril al completo y todo está distorsionado. Visto de esta manera, la sangre rosácea se hace incluso necesaria para completar ese toque de irrealidad, de falsedad, de apariencia.

Última claqueta

 La vi en una estantería de una gran superficie, al precio de 14 euros y poco: Una copia en BR de Suspiria, remasterizada, con extras.
Merece la pena verla en alta definición porque aluciné.
Vale que Argento es uno de mis directores preferidos y no soy objetivo ni, como siempre digo con los directores y actores más valorados por mí, quiero serlo, pero es que la variedad cromática del cuadro que es Suspiria, en alta definición, es soberbio.
Cargado de buenos extras, de grandes detalles, respondieron a una de las preguntas que me hice al ver el film: por qué los pomos de las puertas están tan altos que hace que los actores parezcan enanos.
Argento configuró Suspiria en su origen como una historia de niños, un internado en el que las víctimas eran niños. Pero aumentó las edades ante el temor de que su película fuera rechazada. En un intento por hacer parecer a las actrices como si fueran niñas, uno de los detalles que incluyó fue poner esos pomos de puerta a la altura de las cabezas, justo la misma altura a la que le llegaría a un niño, contribuyendo así a aumentar ese ambiente de irrealidad.
Un clásico, origen de mil y una copias, a rememorar en una edición BR muy pero que muy recomendable que incluye un nuevo doblaje y el antiguo.



"Da...da...da...da...da...da...daaaaaa..."

Nota: Si veis la película, pronto adivinareis de dónde es la "frase" que hoy hemos escogido como cierre de este post

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