domingo, 18 de diciembre de 2016

Melancolía



Director: Lars von Trier
Actores: Kirsten Dunst, Charlotte Gainsbourg, Kiefer Sutherland, Charlotte Rampling 
Género: Drama/Apocalíptica
Año: 2011
Duración: 136 min
País : Dinamarca


Argumento

Esta es la historia de la celebración de una boda de una familia de la alta sociedad.
Los invitados pasan la noche de la celebración mientras un enorme planeta llamado Melancolía, se dirige hacia la Tierra...

Crítica

He visto mucho cine apocalíptico...
Pero nada es comparable con la sensación de impotencia y abandono que me produjo "Melancolía".
El tema del fin del mundo tratado de una manera tan poética que te abruma, te deja noqueado en un final, que es aterradoramente hermoso.
La película se divide en dos partes. La primera de ellas, tras una intro espectacular, mecida por el Tristán e Isolda, de Wagner, en la que se acontece precisamente el final, destruyendo desde el comienzo toda esperanza y mostrando la desvencijada vía por la cual nuestro tren se precipitará hacia el abismo, sin freno, acariciado por una quietud propia del pausado movimiento de los astros en su juego de, en este caso, comienzo, billar cósmico, nos presenta mediante una cámara que se mueve en demasía, la boda de una chica en un caserón de ricos. La muchacha, con un síndrome bipolar muy acusado, sobrevive como puede a los momentos calcados de la que puede ser la celebración de cualquier boda. 
Todo es pastosamente convencional, lento, demasiado lento, pero tranquilos, la lentitud forma parte del juego, como el movimiento de un planeta lejano visto a través del telescopio, flotando, en la negrura de la noche inmensa, que atraviesa el campo de visión del aparato pausadamente pero imparable. así es esta primera parte, piensas que no está pasando nada, pero está pasando, Melancolía se acerca y nadie se percata de que es el fin de todo.
La segunda parte, encarrila mejor el tema central que es la llegada del planeta, lo hermoso de su visión en el cielo, azules ambos, y que oculta bajo tanta belleza, la destrucción.
La fotografía es maravillosa, la iluminación perfecta y posee escenas que te desbaratan, como por ejemplo, aquella en la que la protagonista se ofrece en desnudez al planeta, escena en la que el color blanco resalta aún más su cabello rubio y el frío de la noche empatiza con el azul, color frío por excelencia, de sus ojos.
El final... es abandono, desesperanza, decaimiento, pastosidad,  pesadilla, estruendo de un mundo que fagocita a otro y a toda su vida, todo ello en mitad de un cosmos tan enorme que nadie se percata de que algo así está ocurriendo, porque no hay nadie para percatarse, cosa que también nos dejan claro en la película, estamos solos, mostrándonos lo insignificante que puede ser nuestro mundo y nuestra propia existencia si la comparamos con la majestuosidad e inmensidad del universo entero...
Para estar rodada con el limitado presupuesto con el que se contó, y dejándose llevar a sabiendas de que el final no será para "comer perdices", merece la pena su visionado, eso sí, abstenerse espectadores palomiteros y de multicines, aquí se viene a sacar mil y una conclusiones, no hay espectacularidad, sino belleza, una belleza en un fin imparable y cuando la película termina, sólo te invade una sensación: melancolía...

Última claqueta

 Aprovechando, imagino, que el mundo se iba a acabar, una vez más, en el 2012, con aquella paranoia que algunos sufrieron durante aquel año, no sin justificación, debido al bombardeo continuo durante gran parte de ese 2012, se nos presentó un año antes esta película que toma uno de los supuestos causantes del que sería el fin del mundo: el paso del planeta Nibiru, al que aquí rebautizan como Melancolía.
A poco que uno investigue por la red, podrá leer cosas como que dicho planeta se acerca y que no lo vemos porque se oculta detrás del Sol, que pasará tan cerca de la Tierra que su tirón gravitatoria la desestabilizará y dará lugar a una serie de catástrofes que bla, bla, bla...
Hablemos un poco de Nibiru.
Para algunos, es un planeta que cruzaría las órbitas del resto, proveniente más allá de Neptuno, para los babilonios, Nibiru significaba "lugar de tránsito".
Supuestamente, su paso crearía un caos total... y yo me pregunto...¿acaso sería la primera vez que pasa? Porque una cosa está clara, el sistema solar tiene unos cuantos miles de millones de años, digo yo, que por muy excéntrica que sea la órbita de este supuesto planeta, ya le habría dado tiempo a pasar por estos lares aunque sea una sola vez, por tanto, el billar cósmico ya se tenía que haber producido.
Pasó 2012, pero Nibiru, el mal llamado planeta X o lo que sea, no pasó. el mundo no se acabó en 2012 y llegué a una conclusión muy simple sobre los "apocalipsis" que ya he vivido. Recuerdo que cuando era niño, una mañana, en clase, una niña me dijo muy risueña, con la seguridad que sólo un niño es capaz de hacer gala: "esta tarde ya se acaba el mundo". Me tiré preocupado todo el recreo, todo el medio día, llegó la tarde, no sabía la hora, pero aquella niña lo dijo claro, por la tarde,... la tarde es larga, tocó volver a clase, si el mundo se iba acabar aquella misma tarde, lo haría torturándonos con otra clase más de sociales... pasó la clase de sociales, luego la de matemáticas, llegó la noche y amaneció de nuevo...No se acabó el mundo aquella tarde, ni la siguiente, ni la de después...
Con el paso de los años, como decía, llegué a una conclusión: el mundo se acaba para el que se muere. Como dijo Kevin Costner en Waterworld: "la mujer que habéis enterrado ahí, ha encontrado el único final que existe", nos puede servir como referencia a esos "finales del mundo" con los que siempre nos asaltan, nos asustan y preocupan.


"Es un planeta que estaba oculto detrás del Sol... va a pasar cerca de nosotros"

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