lunes, 17 de octubre de 2016

Tiempo










Nos acompaña a diario, aunque no reparemos en él a cada instante. Cada gota de segundo imparable escapa de nuestras manos como el agua vital para la vida. Todos lo poseen al nacer y nada pueden contra él las riquezas o el dinero, pues todos tenemos tiempo, incluso la persona más pobre del planeta lo posee.
Decimos que nos gustaría tener más dinero, en muchas ocasiones, pero pocas nos percatamos de nuestro tiempo, cuando en realidad, sin tiempo, de nada sirve el dinero.
Pero qué es el tiempo... 
Tiempo puede ser un imparable reloj, cuyo minutero jamás se detiene, que parece correr cuando pasas una época maravillosa de tu vida o desplazarse de manera pastosa en los malos momentos, que se eternizan.
Tiempo son  velas de cumpleaños, amigos que se van otros que llegan, alguien que se baja en la estación del tan conocido tren de nuestra vida, un deseo de juventud conseguido o muerto, alegrías, tristezas, miedos...
El tiempo es el ladrón que nos roba sin darnos cuenta a diario, cada segundo y no reparamos en ello, hasta ese día en que mirándote al espejo, descubres lo que te parece una cana, y compruebas que son más de una.
Muchas personas tienen la sensación de que desperdician el tiempo, miran atrás y no ven el camino recorrido. Parpadearon un día y se encontraron caminando con un bastón.
El tiempo, un invento del hombre para marcar la vida, relativo, cuya personal apreciación atenaza las vidas de algunos, no se puede parar, no se puede volver...
Nuestro tiempo, ese regalo que a todos nos hace la vida, debe ser vivido intensamente,bebiendo cada una de sus gotas como si fuese la última y eso es algo sencillo, porque en las cosas sencillas es donde mejor se aprecia el valor del tiempo.
No me gusta la frase tan conocida de aquella vieja canción que decía que cualquier tiempo pasado fue mejor.¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? ¿Seguro?¿Y el futuro? ¿Qué hay del futuro? Eso también es tiempo, al menos un tiempo supuesto, inventado, porque realmente el futuro sólo existe en la imaginación, el tiempo pasado en el recuerdo y ambos son tan intangibles como nuestros pensamientos que los recrean o crean, según sea el caso.
Tiempo es ahora, hoy, y ese es el mejor tiempo de nuestra vida. Claro que podemos estar en una situación angustiosa, pero realmente eso es vivir. El sufrimiento se entrelaza estrechamente con la alegría y forma parte de nuestro tiempo, de nuestras épocas. Piensa que lo que estás viviendo ahora, mañana será sólo un recuerdo.
Para poder tener una percepción propia del tiempo, yo observo mi alrededor, mi mundo, con esa sensación que todos tenemos de ser el protagonista de una película, porque lo somos, nuestro papel no es el de un secundario, ni mucho menos. Nuestro guión no está escrito, lo vamos haciendo sin darnos cuenta a medida que pasa el tiempo, cometiendo errores, aciertos.
El activo más valioso de la vida es el tiempo, como decía el mago Merlín de Excalibur..."Recordad estos momentos...atesoradlos". Ese instante de tranquilidad tras la tormenta, o la misma tranquilidad que reina antes de la tormenta, aunque los nubarrones del horizonte sean negros como las fauces de un lobo, aún hay tiempo para observar un atardecer más.
Puede que el tiempo vaya cambiando nuestro rostro, con alguna que otra arruga, nos haga perder sensibilidad de vista y oído, e incluso nos haga caminar más despacio y que llegue el día en que subir las escaleras de una primera planta sea como escalar el K2, pero, si os dijera que hay un lugar que, si no se lo consentimos, no lo puede alcanzar, ¿me creeríais?
Todo es relativo, como el tiempo. Unos direis que sí, otros que es una tontería, pero yo os diago que el tiempo, si no lo dejais alcanzar vuestra alma, uno puede tener el cuerpo consumido por los años y continuar siendo joven en su interior, una juventud pausada, serena. Os aseguro que he visto brillar los ojos de personas octogenarias ante hechos puntuales como los de alguien de veinte. Supongo que con los años, a todo se le da la importancia que merece.
En nuestras manos está que nuestra vida, esa estupenda película, se convierta en un clásico imperecedero. 


"El tiempo es el mejor autor. Siempre encuentra un final perfecto"

Charles Chaplin

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