lunes, 27 de junio de 2016

The End: Bud Spencer

Aquellos que vivimos nuestra infancia en los 70 y 80, tuvimos un par de héroes desenfadados que solucionaban sus problemas sin disparar una sola bala, aunque estuvieran en el más salvaje de los oestes, aunque se enfrentaran a mafiosos terribles: Bud Spencer y Terence Hill. Hoy, acabo de enterarme de que nos ha dejado Bud...
No voy a cansaros con datos y más datos sobre su vida, filmografía o tantas y tantas cosas, que podreis encontrar en cualquier otra página o blog, os hablaré de lo que significaron para mí aquellas películas, tal vez descubrais, que os sucedió lo mismo.

Recuerdo que la primera película que vi de este fabuloso duo cómico fue Y si no... nos enfadamos.
La alquiló mi padre en el videoclub que había a unos escasos 200 metros de mi casa, videoclub que aún sobrevive, por cierto. Me gustó y me reí tanto con ella, que la vimos el sábado por la noche y el domingo siguiente, yo la puse un par de veces más antes de que la entregaran de vuelta a su estantería. Me reí a más no poder.
Poco a poco, fuimos alquilando todas las que el videolub disponía de estos dos cómicos, incluso tuve ocasión de ver alguna en el cine.
Recuerdo que sus películas me hacían olvidarme de todo. En época de exámenes, rememoraba aquellas viejas grabaciones en Beta para descansar de los libros, incluso de más mayor, en esos períodos de bajón que todo el mundo sufre de vez en cuando, sus películas me arrancaban una sonrisa.
Ese bonachón, gordinflón y enorme personaje que de un guantazo enviaba a cuatro tíos de golpe al suelo formó parte de mi infancia, se convirtió en un héroe invencible contra el que nada podían los malos, impasible ante los puñetazos de Mezcal, arrancando muelas con las manos en la misión, con su barca cargada de bananas, robando caballos al mayor, en el coro evadiendo el tiro de Paganini, el gran asesino contratado por esos mafiosos que no querían devolverle su cochecito rojo y con la capota amarilla, devorando cervezas y salchichas, judías, lleno de mugre, pero todo con tranquilidad, con la tranquilidaddel que se sabe invencible, los héroes no pueden morir...
De niño, yo pensaba que esos personajes eran inmortales, que siempre estarían ahi, que Bud Spencer y Terence Hill harían películas sin parar jamás, porque todos nos desternillábamos de risa.
Pero un buen día, llegó la nochebuena de 1994 y se armó el Belén... Lo armaron juntos, por última vez, se despidieron de sus leñazos a duo, del oeste y de su público, cerrando un ciclo de sello inimitable, poniendo punto y final a una de las perejas cinematográficas de la comedia más universal, regalándonos una película que despedía a sus puñetazos, su oeste, sus risas y su mundo juntos.

No me resulta fácil elegir una frase para poner punto y final a una entrada que jamás hubiese querido escribir, ya que me sé tantas frases y diálogos completos de sus pelis de memoria que no sé cuál escoger.
Bueno... supongo que un diálogo de Le llamban Trinidad es lo más apropiado, ya que fue una de sus películas más famosas. Espero no errar las palabras, porque hace mucho que no la veo, si hubiera algún error en el dialogo, disculpad.
El diálogo ocurre entre nuestro querido Bud Spencer, un cuatrero apodado El Niño, uno de los forajidos de Mezcal y el hermano Tobias:

"-Oye...Emiliano...¿Quieres hacernos un pequeño favor a cambio de salvar tu asqueroso pellejo?
 -Claro que sí, señor...
 -Será mejor para ti...
 -¿Qué ocurre?¿Qué sucede?
 -Allí, en la cima de aquella colina, debe de haber un espía... Farina ha ido a rogarle que baje.
 -Que el cielo proteja a nuestro amigo.
 -Será mejor que proteja al otro..."

Y como siempre nos dio un poco más, hoy haré una excepción, utilizando no sólo un diálogo, sino dos, para cerrar el post. De la misma película, aunque en esta escena, Bud Spencer no abre la boca para decir ni pio, sólo vuelan un par de hostias:

"-...pero esto es agua...dónde está el vino
 -Hermano, es que nosotros somos abstemios...
 -¡He dicho que dónde está el vino! (guantazo al canto). ¡Pónganse todos en fila!¡Obedezcan!
              .....
 - Dónde está el vino...(guantazo)
 -Dónde está el vino... (guantazo)... ¡Idiota! estos son mis hermanos y a mis hermanos, sólo les pego yo.

Mezcal se acerca a el Niño y se dispone a preguntar por el vino. Tras hacerlo, la hostia que le devuelve el Niño lo tumba al suelo y tras otro intento en el que Mezcal es levantado del suelo medio atontado por sus secuaces, Tobias le dice:

-Hermano, es lo que trataba de decirte... Estos hermanos pertenecen a otra confesión y observan la ley bíblica de ojo por ojo y diente por diente... Será mejor que nos perdoneis y que volvais en otra ocasión...
- Sí... será mejor... ¡Cuidado, Mezcal no olvida!"


Gracias por todo amigo Bud, nunca te agradeceré lo suficiente los ánimos que me daban tus películas en determinados momentos...

viernes, 3 de junio de 2016

Turbo Kid

 Director: Anouk Whissell, Yoann-Karl Whissell, Françoise Simard
Actores: Munro Chambers, Laurence Levoeuf, Michael Ironside, Edwin Wright
Género: Postapocalíptica/gore
Año: 2015
Duración: 108 min
País : Canadá







 Argumento

En un futuro postapocalíptico situado en 1997, el agua es un bien tan limitado que el mundo entero muere de sed. No hay vehículos a motor, sólo caos, muerte, destrucción, radiación...
Esta es la historia de un muchacho que se oculta en su pequeño bunquer y sale fuera a buscar entre la basura objetos de un tiempo pasado que guarda en su refugio como si fueran tesoros. Su vida transcurre entre desperdicios y resto de una guerra nuclear, recuerdos de otras épocas y evitando el contacto con otros seres humanos, sólo lo justo,para intercambiar algo de lo que encuentra por agua o por tebeos de super héroes.
Un día, encuentra a una extraña chica que quiere ser su amiga de forma obsesiva y nuestro protagonista, acaba aceptándola (no le queda otra debido a la insistencia de la joven).
Pero la chica es raptada por el cacique del lugar y nuestro amigo, decide rescatarla. Ahora posee un arma que ha encontrado y que hará que la historia cambie. Aún puede ser un super héroe...

Crítica

¡¡¡Bienvenidos a los 80!!!
¡¡¡Como me lo he pasado de bien viendo esta peli!!!
Ha sido como darle al play del VHS y retroceder atrás en el tiempo hasta aquella, cada día que pasa, más lejana época de mi adolescencia. ¿Por dónde empiezo? Porque he estado todo el tiempo del metraje sonriendo y diciendo...¡¡¡YEAH!!! a cada instante. Y es que Turbo Kid es un homenaje cariñoso, respetuoso, directo y entrañable a todos aquellos que tuvimos la gran suerte de vivir una época irrepetible en muchos aspectos por los cambios que acarreó y la ingenuidad con la que nos enfrentábamos a ellos.
Pero vamos con la película en cuestión, dejemos estos pequeños detalles para ese apartado que da nombre a nuestro pequeño rincón: la última claqueta.

Para empezar, os diré un nombe que a algunos no os sonará de nada, pero a los que sois de mi especie y la sangre que fluye por vuestras venas la impulsa un corazón nacido en los 70 y que ama la ciencia ficción ochentera, hará que su frialdad interpretativa os congele: Michael Ironside...
Ironside vuelve a ser el villano de una peli de acción, ciencia ficción, violenta a reventar y sin complejos, hiperbólica como sólo en los 80 y principios de los 90 eran aquellas cintas de videoclub. No es que su papel sea de oscar ni mucho menos, ni su interpretación, pero...¿a quién le importa?¡ Es Michael Ironside en el género y papel que siempre bordó y nos regaló!.
Rodada con sumo cariño hacia aquellas producciones, Turbo Kid es un continuo paseo por nuestra memoria filmica en la que nos importaba un huevo el argumento o la sofisticación de los efectos especiales, lo único que queríamos ver era leñazos a punta pala y de paso litros de hemoglobina.
Frases lapidarias, tipos duros, la clásica escena de intercambio de productos en el último reducto de civilización al que siempre acude un solitario protagonista, tan propio de toda peli postapocalíptica que se precie.
No han desperdiciado momentos en mostrarnos explosiones de cuerpos y tripas a destajo, al estilo ochentero a rítmo de pedaleo en bici, único medio de transporte del que disfrutan los protagonistas de la película. 
Si habeis visto...vivido, mejor dicho aquellas pelis que os dejaron abierta vuestra, por aquel entonces, boca de niño, os encantará ir descubriendo guiños y referencias contínuas a aquellas viejas producciones. Os diré una, sólo una: uno de los malos que persigue en bici al muchacho, lleva puesto un sombrero que recuerda mucho al que llevaba uno de los tres brujos que perseguían a Kurt Russell en "Golpe en la Pequeña China", de Carpenter...
Como toda buena película de ultrabajo presupuesto que se precie, los efectos son cutres, pero es que los de aquellos años lo eran, y a pesar de ello, como es pura adrenalina, te hace sonreír, con nostalgia y buen rollo. 
Su banda sonora es soberbia, indispensable y en algunos momentos, única protagonista que tapa o, mejor dicho, seamos totalmente parciales, arropa las carencias que la película tiene. Carencias que por otro lado, acaban por importarnos un rábano, el que tire de ella, sabe lo que va a ver ya desde su carátula, es más, espera ver algo así: violencia hiperbólica, sangre a granel, fallos de guión, sintetizadores y una historia de amor imposible, ingenua y condenada desde el principio.
Para nostálgicos que añoran aquel tiempo más feliz de cine cutre, sin complejos, cuya única pretensión era entretener y no tocarte las pelotas, como hacen hoy, con muchas superproducciones  que te prometen el no va más y son un regalo vacío que sólo estaba envuelto en un bonito papel y un lazo...

La última claqueta

Hoy os dedico este apartado a los que como yo, el 4 marca vuestra década actual. 

Pienso que los ochenta estan de moda por una sóla razón, por la nostalgia de los que la vivimos siendo niños o adolescentes. recordamos aquellos años con una sonrisa en la cara porque eran tiempos en que no sabíamos de hipotecas, letras del coche, en definitiva, no sabíamos de responsabilidad, la responsabilidad que supone la vida adulta. Por eso, cuando volvemos la vista atrás, nos invade la nostalgia, los ojos se abren de par en par y nuestros oídos rememoran aquellos ritmos de viejas canciones que aún resuenan por los recovecos de nuestra memoria. Nosotros mantenemos los 80 vivos porque los vivimos despreocupados, nuestro objetivo era divertirnos, pasarlo bien con los colegas, ir detrás de la chica más guapa de la clase, aunque no supiera ni que existíamos, en definitiva, vivir...
Por eso, cuando ves cualquier artefacto que te recuerda aquellos años, como por ejemplo un walkman, un VHS, el modelo de coche que teníais en casa, casi puedes oler aquella época, seguramente endiosada, pero...¿qué más da? 
En aquel entonces, las cosas costaban su esfuerzo, algo que hoy se ha perdido por completo. Ir al cine era un acontecimiento casi digno de realizar una fiesta, porque con la paga era a lo que podías aspirar y si querías un disco, había que elegir, con lo cual, valorábamos más las cosas, pasarse las cintas con los colegas y grabarse los cassettes con la esperanza de que no se cortara ninguna canción al final, que eso no era piratear, no señor, que eso no era como hoy, que descargas compulsivamente y acumulas en formatos que ni se ven ni se tocan pero que masivamente acumulan y ya llegas a un punto que ni sabes lo que tienes ni lo valoras.
En los 80, el cine se alquilaba, sí... sí... parece de locos ¿verdad? pero pagábamos por una cinta de VHS o Beta,según los casos, y era tuya durante 24 horas, con la rabia de devolverla de nuevo a su videoclub, sabiendo que si querías verla de nuevo, habría que pagar otra vez, no podías copiarla, ¿de dónde ibas a sacar otro vídeo?¿con el de algún colega?¿y eso cómo se hace?¿dónde buscamos cómo poder grabar una cinta de vídeo a vídeo si internet no existe?
La ingenuidad de aquellos años impregnó cada rincón de nuestra vida, el cine entre ellos, las pelis de este tipo que hoy nos ocupa, sólo se hacían para entretener, llenas de errores que a nadie le importaban, no eramos tan sibaritas, no importaba no entender de cine cuando comentabas con los colegas una peli, porque la conversación era del tipo...
- Oye, tío, ¿has visto la peli tal ?
- Sí, joder, que guapa...

Hoy hablar de cine, se ha convertido en algo que o sabes o los que piensan que entienden, porque te dan mil datos de un film y lo relacionan con otros, te miran de arriba abajo con esa típica sonrisita de "pobre diablo, no sabe una mierda".
No...de cine no hace falta saber, sólo hay que disfrutarlo. Yo sólo sé decir que algo me gusta o que no, aunque sea como esta peli, de bajo presupuesto, con fallos mil, pero es que a mí me ha encantado ¿y qué?

¿Y los carteles de las pelis?
Joder...¿Os acordais? Algunos más falsos que un euro de madera, en los 80, un duro de madera. Con escenas que no aparecían por ningún lado de la película, más dibujados que otra cosa, pequeñas piezas de arte, hoy objeto de colección.
Algunos eran impresionantes, como el de Noche de miedo (1986), me encantaba verlo en el cine de mi barrio cuando la estrenaron, y tantos y tantos otros.

No quiero acabar este apartado sin hacer una pequeña mención a Michael Ironside, secundario de lujo, malvado de los ochenta y noventa frío e impenetrable cuyo carisma llenaba la pantalla a veces más que el protagonista, Desafío total no sería lo mismo sin él, Starship Troopers no sería lo mismo sin ese teniente manco de frases tan contundentes como la que les lanza a los nuevos al llegar a la unidad, o, para los que lo conocimos por primera vez en televisión, interpretando a Ham Tyler en la serie V.

Para terminar, si no estais dispuestos a perdonar fallos, si no soportais el sintetizador, si la violencia exagerada os da repulsión, si os gusta que al salir los créditos todo quede cerrado y no tengais la típica pregunta de ¿antes sí pudo y al final no se puede volver a hacer lo mismo? (si la veis, sabreis por qué digo esto), esta no es vuestra película.

Los 80 siguen vivos en cada uno de nosotros, sólo los que vivieron aquella época, saben realmente a qué me refiero.
Ochenteros... disfrutadla...llamada a ser peli de culto, no creo que me equivoque. El tiempo me dará la razón o me la quitará para siempre...

"¿Tienes ganas de bailar? Pues te he preparado una fiesta"

jueves, 2 de junio de 2016

Obra 67

Director: David Sainz
Actores: Álvaro Pérez, Jacinto Bobo, Antonio Dechent, Daniel Mantero, Ricardo Mena
Género: Comedia Negra
Año: 2013
Duración: 108 min
País : España






Argumento

Cristo y su colega el Chispa esperan a las puertas de la cárcel a que, tras 20 años de prisión, el padre de el Chispa, Juan el Candela, abandone el presidio, una vez que ha pagado su deuda con la sociedad,
El Candela fue toda una leyenda robando chalets, su hijo lo tiene encumbrado y para él es un héroe, pero el Candela es un hombre destrozado y perdido que ya no sabe a qué mundo pertenece,si al de dentro de la cárcel o al de fuera.
En la misma puerta de la prisión, recibe la oferta de un director de cine que quiere hacer una película con su historia.
Mientras el Candela instruye al director de cine en cómo actuaba, el Chispa convence a su colega Cristo y deciden emular al Candela y entran a robar en un chalet, dentro encuentran a otro individuo que también ha venido a robar, supuestamente...

Crítica

Cuando me encuentro con producciones como esta, realmente, recupero mi fe en el septimo arte.
Una bocanada de aire fresco, libre,como sus dos protagonistas, dos desgraciados que desde el principio te hacen gracia y a los que perdonas sus delictivas ideas porque intuyes que el resultado va a ser el mismo que el de sus vidas: fracaso.
Pero pasado el ecuador de la película... da un quiebro tan brutal que donde había una comedia de frases y diálogos más o menos fluídos, se torna una situación caótica y desesperante que nadie hubiera apostado a que pasaría.
Las interpretaciones son muy buenas, destacando la de Dechent, como ese tío salido de la cárcel, de voz rajada, como su vida, un personaje duro y a la vez patético que atraca un chalet ataviado con chanclas y bermudas, pero que esconde una frialdad terrible tras 20 años de talego.
Su acento tan "andalú" va unido a la gracia de sus dos protagonistas que logran que se te pase en un vuelo el tiempo de metraje de la película, engañándote de buena manera constantemente hasta el final.
Sin duda, una de las mejores películas españolas que he podido ver últimamente y una demostración más de que el cine independiente y de bajo presupuesto es capaz de hacer algo grande y bueno con muy poco.

Última claqueta

Puede que los múltiples giros de guión no gusten a todo el mundo, que pasar de la comedia de verborrea a un triller e incluso podríamos decir que terror, sin anestesia, es tan brusco que te da la sensación de que te han dado una patada en los "pendientes reales", como en cierta ocasión dijo Homer Simpson, a traición.
A mí me lo advirtieron y aunque el giro de guión ya no me sorprendió, sí es cierto que sí me encantó.
Esta es la historia de tres desgraciados, que incluso cuando pretenden hacer algo bueno, todo se va al carajo, de una forma tan estúpida y simple que hasta te da pena y acabas diciendo..."pobrecillos".
No os la perdais si os van las "montañas rusas".

"Tú ahí dentro no duras ni dos días... y yo aquí fuera, tampoco..."