miércoles, 17 de febrero de 2016

Drácula de Cefa




Necesito tu imaginación... préstamela unos minutos... la mezclaremos con recuerdos lejanos de una época olvidada... Viajaremos por el túnel del tiempo hacia mundos perdidos donde el polvo de la edad adulta empaña las ventanas de tu infancia...
Hubo un tiempo en que la imaginación era la única arma que poseía un niño para divertirse.
Si querías acceder a mundos oscuros, noches cerradas y castillos siniestros o islas donde seres fantásticos podían enviarte al infierno con una mirada, sólo tenías que usar una llave que abriría las puertas de la imaginación para dejar tu mundo de clases, profesores y tareas y atravesar en segundos el oscuro páramo de la monotonía. Al usar esta llave, en segundos, tus amigos, primos o vecinos se transformaban en héroes que competían contigo o villanos que intentarían destruirte. Esa llave, construida en cartón y algunos componentes plásticos tenía un nombre que todos conocíamos: CEFA.
El artífice de la creación de esa llave jamás fue conocido por los héroes de aquel entonces. Pero aquel poderoso mago tenía un nombre: Pepe Pineda.
La magia de Pepe Pineda vive en nuestra memoria y algunas de esas "llaves" descansan en algún rincón de nuestra casa, ocultas el un altillo, en algún armario...
Desde aquí, queremos rendir un sencillo homenaje, un pequeño tributo a una de las personas que más horas de entretenimiento y diversión nos ha proporcionado en nuestra vida, a sus creaciones, a su imaginación...
Ha llegado la hora de desempolvar los dados... desaparece el blu-ray... surge un VHS... adios a la consola... llega el Spectrum...fuera los discos compactos...aquí está una cassette...



¿A qué jugamos ...?



Drácula







Aquel juego apareció en mi vida la mañana de un seis de enero. Por aquel entonces, no tenía ni idea de que se trataba de una asimilación, por llamarlo de alguna manera, de otro llamado Stratego, acción que CEFA repetiría en más de una ocasión con resultados dispares, en ocasiones, mejorando el original.

CEFA presentó su DRÁCULA en dos versiones:


  • CAJA PEQUEÑA


  • CAJA DE LUJO
La única diferencia entre ambas era que la edición lujo poseía los dráculas de plástico y en la caja pequeña todo era de cartón. Comentaré esta última que fue la que tuve.

Como presentación, con el nombre del personaje de la novela de Stoker en rojo vivo y sobre la frase "un juego de terror", nos encontramos un castillo de aspecto fantasmal, precedido por las secas ramas de los árboles que se encuentran en primera fila y jirones de niebla...
Por el tono anaranjado tanto de las nubes como de las piedras y árboles, se diría que observamos un crepúsculo ya avanzado. El castillo tiene unas cuantas ventanas iluminadas y de su patio de armas brota una extraña y difusa luz que lo envuelve de abajo arriba.
La Luna, presente en la escena y con un tamaño imposible, se encuentra tras la figura de un enorme murciélago de oscuro pelaje que simula estar atravesando la zona.
Así que vemos una portada misteriosa, oscura y atrayente que nos demuestra el buen hacer a la hora de presentar sus productos nuestra querida CEFA.
Una vez abierta, nos encontramos con el tablero doblado en cuatro mitades, veinticuatro fichas de cartón con sus correspondientes peanas y el librito de instrucciones.

Con el tablero ya desplegado, podemos observar que posee cuarenta y ocho casillas, dos de las cuales no se pueden pisar por ninguno de los dos bandos pues llevan impreso "pantano".
A un lado del tablero está el pueblo y al otro el castillo de Drácula y sobre ambos, los símbolos con la puntuación de cada ficha. Entre castillo y pueblo hay un frondoso bosque, lugar sobre el que se librará la eterna batalla.

Reglas de juego
Tras una breve introducción, en la que se hace referencia tanto al personaje de ficción de Stoker como al histórico e indicarnos que el juego es para jugadores de 9 a 90 años, se nos informa de que podemos jugar dos o cuatro.

La finalidad del juego consiste en entrar con la cruz en el castillo de Drácula o acabar con el propio Drácula a través de la estaca y el martillo mientras aún se posea una de las fichas de día, esto por parte de las fuerzas del bien.
En lo respectivo a las fuerzas del mal, ganan si Drácula alcanza al doctor (estaca y martillo) mientras posea al menos una de las fichas de la noche o entrar con la hipnosis en la aldea.


Y ahora viene lo bueno... las fichas pueden eliminarse, capturarse o hipnotizarse según los valores de dichas fichas, cuyos movimientos pueden ser una casilla hacia delante, atrás, derecha o izquierda pero siempre de una en una y nunca en diagonal, y cuando te topabas con otra del jugador contrario, la información sobre el tablero de los valores de esas fichas eran la mitad de la ayuda, porque siempre había que acudir a las instrucciones ya que una ficha eliminaba a otra inferior "excepto a..."

 Como cogíamos el juego cada fin de semana, siempre se te olvidaba a cuál no podías eliminar, con lo que la acción se enlentecía bastante. A lo más jugabas un par de partidas o tres como mucho y ahí acababa la lucha entre el bien y el mal aquella tarde... Los vampiros volvían a su caja de cartón y esperaban hasta el sábado siguiente, hasta que un día se dieron cuenta de ya no abríamos la caja para jugar con ellos, sino para enseñarlos, tras un largo periodo de tiempo en la oscuridad de su embalaje, como parte de nuestra infancia de la que ellos fueron testigos.

jueves, 11 de febrero de 2016

Colección Tus Libros de Anaya










Adoro los libros...
Fueron unos amigos inseparables en mi infancia, de los que aprendí muchas cosas como que se podía descender al centro de la tierra, perseguir vampiros por media Europa o viajar obsesivamente tras la estela de una fantasmal ballena blanca...
Recuerdo claramente cuál fue el primer libro que leí: una versión abreviada especialmente diseñada para niños de Moby Dick de la editorial Bruguera, a principio de los 80. La leí varias veces. Fue un regalo que me hizo mi madre por mi cumpleaños, comprado en una tienda de prensa, tebeos y revistas de una amiga suya, hoy reconvertido en local de bocadillos...
Leer siempre me apasionó y cada cumpleaños se convirtió en costumbre que mi madre me regalase un libro. Julio Verne fue el primer autor del que leí un libro completo, sin cortes, integro. Fue de la colección Tus Libros de Anaya. Mi madre me preguntó aquel año qué libro quería y yo dije que Viaje al centro de la Tierra, no especifiqué ni editorial ni nada más.
Apareció con un libro de pastas duras, de color blanco, con profusión de ilustraciones en su interior, ilustraciones que en las primeras páginas del libro se decía que eran las originales de la edición que saliera en su tiempo...
Me encantó ese libro, no sólo la novela, sino lo físico del libro, sus tapas duras, el blanco, sus dibujos, su olor a libro nuevo y en definitiva, su estética de libro clásico. Por aquel entonces, no reparé en nada más que no fuese la novela propiamente dicha, pasé de apéndices, comentarios y resto de aportes que esta fabulosa edición ofrecía.
Al año siguiente, mi madre volvió a preguntarme por mi cumpleaños, pero recuerdo que por algún motivo, ella no fue directamente a comprar el libro que le pedí, sino que me dio el dinero y fui yo a la que era mi librería por excelencia.
En una esquina de una de las calles más céntricas de mi barrio, se disponía una librería con solera, para mí lo era, al menos, pues allí compraban mis padres los libros de texto de la escuela y siempre los tenían todos, yo pensaba que esa librería debía ser muy importante y que el dueño tenía una suerte fabulosa, al estar rodeado todo el día de libros.
Bien, como digo, fui a esa librería y pedí mi libro...
- Hola - dije.
- Buenas tardes -respondió el librero -.
- Quería Drácula, de Bram Stoker
Tras asentir con la cabeza, el hombre se volvió y tomó un ejemplar que tenía en una estantería bastante cerca del mostrador, un ejemplar que no pertenecía a la colección de Anaya, tampoco le había pedido ninguna en concreto.
- ¿No lo tendría en la colección de Anaya, Tus Libros?
Pronuncié aquella frase sin pensar, de hecho, cuando acabé de hablar me había dado cuenta de que fue un acto reflejo.
El hombre volvió a dejar el ejemplar de Drácula en su estantería y desapareció por una cortina que daba acceso a un pequeño almacén.
Y allí estaba...en la colección Tus libros... Drácula... Sobre el anteriormente mencionado blanco, un murciélago de oscuras alas volaba dejando tras de si la silueta de una neblinosa Londres, las nubes del crepúsculo le servían de manto al murciélago y de sudario a la ciudad. El nombre del vampiro destacaba en rojo sangre junto con el de su autor y un gato negro con el pelo erizado frente la Luna acompañaba toso el  conjunto.
Anaya volvía a estar a la altura de mis expectativas, más aún, las había sobrepasado.
Los dibujos del libro, en esta ocasión diseñados para esa edición, se me antojaron como salidos de un pastoso sueño, el sueño hipnótico al que te induce el vampiro... y sucumbí a su poder...Leí Drácula en tres días, no podía parar, cada página, cada dibujo, cada palabra me transportaban a los agrestes paisajes transilvanos, el castillo, la figura del conde, los atardeceres...
Recuerdo que al año siguiente, de nuevo por mi cumpleaños, volví a tomar aquel libro en mis manos y lo volví a leer, en aquella ocasión, mi madre me regaló otra cosa que no recuerdo.
Pasó otro año y esta vez me anticipé, pidiendo yo un nuevo libro de Anaya: Frankenstein.
Mismo recorrido, misma librería, mismo tendero, misma editorial, misma edición...
No logró llegar a la intensidad de Drácula y en cierto modo, me decepcionó porque me resultó demasiado corto...
He leído Drácula en más de cinco ocasiones, lo tengo en varias ediciones de diferentes editoriales, pero como aquella de Anaya... no sé... tiene algo, una magia especial.
Varios ejemplares de aquella estupenda colección descansan en mi biblioteca, ocupando un lugar de privilegio en los estantes, a buena altura, por encima del resto, porque como le viene a decir a Clint Eastwood el personaje que se encuentra sentado en lo alto de una escalera en Fuga de Alcatraz (Don Sieguel, 1979), cuanto más alto te sientas, mayor es tu categoría...
Tus Libros tenían notas a pie de página, contexto histórico, biografía del autor y comentarios sobre el contenido. Un cuidado por la edición exquisito, se notaba el cariño con el que habían sido creados, el respeto por el joven lector que se acercara a ellos, a los clásicos y, en definitiva, el buen gusto, un trabajo bien hecho, una presentación inmejorable.
Tus libros fueron creados con toda la intención de presentar unos textos hechos para durar muchos años, la calidad del papel es muy buena, el tiempo no ha hecho amarillear ninguno de mis cuidados volúmenes, salvo Drácula, cuyas pastas comienzan a sentir el abrazo de los poderes del tiempo que todo lo consume en su crisol de los años.
Anaya ha sacado a la calle "Tus libros selección" y ya no gozan de la misma estética, son más "normales". Creo que si una cosa funciona no hay que cambiarla, pero entiendo que el tiempo es distinto de aquellos 80 y 90 en los que esta colección nos metió de lleno en la lectura a muchos de nosotros.
Pero para el que quiera volver a aquellos libros, le diré que no resulta difícil encontrarlos a muy buen precio por la red. Yo he vuelto a comprar nuevos ejemplares para acompañar a los que en su día conseguí "recién hechos".

"Amigo mío, ese diablo es más listo de lo que muchos piensan. Él sabe cuándo encuentra a un colega."
                                                                               
 Van Helsing




domingo, 7 de febrero de 2016

Jeruzalem

Director: Doron Paz, Yoav Paz
Actores: Yael Geobgls, Danielle Jadelyn, Dibi Ben-Yosef, Yon Tumarkin
Duración: 87  min
Género: Terror
Año:2015
País : Israel







Argumento 

Un par de chicas hacen un viaje a Jerusalén.
Por el camino encuentran a un joven que les propone alterar sus planes y adentrarse en la zona vieja de la ciudad, ellas acceden.
La fiesta y el desenfreno se adueña de ellas en una ciudad mezcla de culturas, tan bella como peligrosa, hasta que ocurre algo...
Años atrás, una filmación, recogió el intento de exorcismo de una mujer poseída por un demonio.
Según cuentan los lugareños de Jerusalén, cada cierto tiempo, el infierno abre una de sus puertas y deja escapar a sus habitantes en busca de carne humana para poseerla, convirtiéndolos en seres violentos que muerden y destrozan a todo el que encuentran a su paso. 

Crítica
  
 Película de metraje encontrado que esta vez, tiene como novedad, el uso de unas gafas un tanto especiales para filmarlo todo.
Me ha encantado... pero esta afirmación hay que matizarla bien.
Los efectos especiales son escasos, repetitivos y siempre se ven a una distancia que no te permite apreciar detalles.
Es demasiado lenta, teniendo en cuenta que dura casi una hora y media, cincuenta minutos de rollo, son tal vez excesivos, a no ser que...
A no ser que quieras darle el enfoque claustrofóbico que tiene y uno de sus puntos fuertes, por lo cual digo que me ha encantado, y es que te muestra las calles laberínticas de Jerusalén de un modo que agobia. Ese submundo de fiesta, calles estrechas, locos agoreros, vistas impresionantes desde el ático.
Así pues, tres puntos fuertes son, según veo, los principales:

La propia ciudad, que es un actor más dentro del elenco presentado.
Actuaciones muy buenas por parte de la pareja protagonista de amigas. 
Una fotografía maravillosa...

Sólo por ver esa ciudad milenaria, de la manera que nos la muestra el film, ya merece la pena, aunque sea demasiado lo que se tarde en desatar el descontrol total, que cuando lo hace, es a todo hierro; las imágenes, en primera persona, no marean en absoluto y todo se ve lo suficientemenete bien como para saber lo que pasa.
Recomendable por su frecura y hermosura de las calles de Jerusalén.

Última claqueta

Poco o casi nada me ha sugerido esta película a la hora de verla para incluírlo en esta sección, salvo reiterar las imágenes espectaculares de la ciudad y el ambiente de mezcla que se respira en su visionado. Un trabajo de fotografía excelente. 


"Hay tres puertas en el infierno.

Una está en el desierto,
otra en el océano, 
otra está en Jerusalén..." 

sábado, 6 de febrero de 2016

La cueva

Director: Alfredo Montero
Actores: Marta Castellote, Marcos Ortiz, Jorge Páez, Eva García-Vacas, Xoel Fernández
Duración: 80 min
Género: Terror
Año:2012
País : España






Argumento

Un grupo de amigos se van de vacaciones a una isla, mochila al hombro.
Uno de los días de marcha, descubren una cueva muy profunda y deciden investigar.
tras un rato de recorrer galerías estrechas y túneles laberínticos, cuando deciden volver, no encunetran la salida.
Se van adentrando en su desesperación por salir, las horas pasan, los días y el agua se agota, el calor en el interior de la cueva es sofocante, sin agua ni comida, toman una decisión sobrecogedora...

Crítica

Madre mía...madre mía... madre mía...
Pocas veces en mi ya dilatada experiencia cinéfaga he pensado si darme un descanso en el visionado de un film, lo cual habla ya muy bien de esta película, porque lo que pretende, lo consigue con creces, al menos en mi caso, lo consiguió: que te agobies, que sientas la opresión de un sitio estrecho, que ansíes salir al exterior y respirar.
Película de metraje encontrado, de presupuesto bajo, cuyas reminiscencias a Buried, de Rodrigo Cortés, son más que patentes, con todas las frases manidas de "apaga la cámara" y "por qué sigues grabando" de este tipo de pelís.
Buried me causó cierto desasosiego, pero esta película, realmente me llegó a agobiar.
Supongo que será por lo que siempre os digo y que en esta ocasión, no siempre se consigue aunque lo intentes, logré: meterte lo más que puedas en la trama de la película.
Pues eso, decidí verla metiendome en la trama de la película todo lo que pudiera, porque pensé que si no lo hacía de ese modo, no lograría sacarle nada. Pues eso... madre mía...
En su metraje más que justo, logra que te agobies, que compartas el aislamiento y la desesperación por buscar la salida.
Esta película es todo un ejemplo de como usar lo que se tiene de mil y una formas, cambiando iluminación y planos para que parezca que es un lugar distinto cada vez.
Sus minutos iniciales  pueden parecer puro relleno,  paisajes bellísimos, personajes sacados del manual del campista dominguero y descerebrados a más no poder, lo cual consigue que no empatices con ninguno de ellos, aunque se les ve el plumero a nada que abren la boca, quién va hacer qué y cuándo, lo que no impide que te espante de lo que sucederá.
En definitiva, inmersiva total.
Abstenerse claustofóbicos. Si ya con buried lo pasásteis mal...olvidad la cueva...

Última claqueta

Cuando comencé a ver esta película y vi a los personajes adentrarse en las profundidades de la cueva, no hacía más que repetirme una y otra vez que nadie en su sano juício deambularía sin rumbo por una zona tan laberíntica como la que se presenta en el film.
Sólo a un descerebrado se le ocurriría hacerlo, pero... "haberlos haylos".


"Apaga la puta cámara o te la parto en dos..."

jueves, 4 de febrero de 2016

Juan León, el rey de la serranía.










Era una tarde de verano de finales de los setenta.
Mi abuelo me contó que hubo una vez un bandolero más famoso incluso que "Curro Jiménez", que por aquel entonces era el tío más grande de la sierra y de la televisión.
Yo, con muy corta edad, decía que no, que Curro Jiménez era mejor... Y él me decía que no, que Juan León lo fue mucho más y comenzó a contarme su historia, la del bandolero más famoso de la serranía...
Varias tardes más, a lo largo de los años, yo iba creciendo y le pedía que me contase historias de Juan León y él accedía a ello.
Recuerdo frases sueltas, como si su voz aún viviese en el interior de mi cerebro: "robaba a los ricos para dárselo a los pobres", "...el rey de la serranía".
Juan León era el héroe de sus noches, tras una jornada agotadora, trabajando en una mina de plomo, llegaba y pasaba página tras página, dándo vida a unos personajes que se debatían entre mil y una aventuras.

Tanto llegué a conocer a Juan León, que cuando en la calle (sí...antes los niños jugaban en la calle, aunque parezca increíble) o en el colegio, jugábamos "a Curro Jiménez" y cada uno elegía un personaje de la famosa serie de Sancho Gracia, bandoleros, yo decía que era Juan León.
¿Quién es ese? preguntaban los niños con los que jugaba "el rey de la serranía que robaba a los ricos para dárselo a los pobres", respondía yo.
Y simulábamos ir a caballo, aquel que era considerado el jefe de nuestra banda, que por supuesto se había escogido como personaje a Curro Jiménez, junto a sus lacayos el Estudiante, el Algarrobo y un bandolero que iba por libre y que nadie conocía, pero que como el que lo había elegido, no había interferido a la hora de seleccionar un personaje secundario, pues era aceptado sin más.
Poco a poco, la moda de jugar a los bandoleros fue pasando. Curro Jiménez acabó su emisión, mi abuelo dejó este mundo cuatro años después y la voz que me contaba las peripecias de Juan León, se apagó para siempre...
En mi mente durmieron aquellos retazos que mi abuelo me contaba sobre Juan León, durmieron tanto y tan profundamente que ya fue imposible despertarlos nunca más, y se hundieron en la profundidad de mi cerebro, siendo archivados en algún lugar tan oculto del mismo que ya jamás podré recuperarlos.
Pero siempre recordé el título: Juan León, el rey de la serranía.
Y el tiempo pasaba y pese a todo, aún resonaba en mi mente el eco lejano de aquella voz recitando sólo aquel título.
Llegó internet y un buen día, en una de mis búsquedas aleatorias de recuerdos, me dio por escribir en Google el título de la obra.
Descubrí que era una novela de tres tomos, con más de cuatromil páginas, que fue escrita por Jesús G. Ricote, que era de aparición semanal y que fue muy famosa en su época.
Y descubrí lo mejor de todo... su precio, elevado, muy cotizada y en condiciones, a veces, nada óptimas.
Los años pasaban y de tarde en tarde, hacía un repaso de ciertas páginas de antigüedades en busca de algún ejemplar en buen estado aunque fuese sólo el primer tomo.
Hace poco lo encontré. Su precio, los tres tomos, era el de siempre, pero tenían un aspecto bastante aceptable, así que había que pensar, posiblemente, no habría otra posibilidad de poder tener los tres tomos de Juan León, pero ¿de dónde sacaba la pasta para adquirirlos?
Hacía cuatro años que mi abuela había ido en busca del que fuera su marido y me dejó una pequeña cantidad de dinero que, casualidad, coincidía con el precio exacto de lo que los tomos costaban. Siempre había buscado algo especial para dedicar ese dinero, tenía muy claro que no podía destinarlo a cualquier cosa, tenía que ser algo muy especial y esos libros serían perfectos. Los compré.

Cuando llegaron a casa, abrí el paquete con sumo cuidado y allí estaban... el origen de aquel eco en mis recuerdos...
El papel, malo como no podía ser de otra manera, digno del folletín que contenía, variaba de color a lo largo de los tomos debido al uso, tal vez, de celulosas distintas. Guillotinados de manera desigual, algunas letras casi imperceptibles, borradas por el paso del tiempo que los consume y quema lentamente.
Comencé a leer, posando mis ojos por primera vez en aquellas letras y volví a darle vida a Juan León, el rey de la serranía, descubriendo que el libro, cuando hablaban los personajes, lo hacían en "andalú", de tal manera que incluso a mí, a veces me costaba entender lo que querían decir.
Lo primero que me gustó fue que hablaba de pueblos en los que yo había estado y conocía. Hablaba de un nacimiento, de la noche, de tormenta, de cortijos, de señoritos y sirvientes.
Me resultó muy curioso y comenzó gustándome.
Por delante, cuatro mil doce páginas, algunos dibujos de vez en cuando, láminas a color que lo adornan y muchas ganas de saber por qué a mi abuelo le entusiasmaban tanto aquellos libros.
En la búsqueda de información para poder escribir un poco sobre esto, encontré una segunda parte titulada Juan de Dios, médico de los pobres, del mismo autor.
Lo cierto es que no hay mucha información sobre esta obra, ni de la de Juan León en la red, o tal vez, no he sabido buscar como es debido, pero, a grandes rasgos, esta es la manera en la que conocí estos libros y cómo setenta años después de que mi abuelo los leyera, los estoy leyendo yo.
Los leo de noche, antes de dormir, sin prisa, saboreando cada letra, pasando con cuidado sus viejas y quebradizas páginas...


"Juan León
El bandido más famoso que pisó la tierra entera. El más valiente, el más bueno... roba al rico para al pobre poder darle..."

El payaso del mal (Clown)

Director: Jon Watts
Actores: Andy powers Peter Stormare, Laura Allen, Chuck Shamata
Duración: 100 min
Género: Terror
Año:2014
País : EEUU                                   








 Argumento

En la fiesta de cumpleaños de un niño, el payaso que sus padres habían contratado, no aparece.
Ante tal situación, dado que el chaval le encantaría recibir la visita del susodicho caricato, su padre que en esos momentos se encuentra en una casa de las que tiene para vender a través de su inmobiliaria, encuentra en el sótano un disfraz que le sacará del apuro, por viejo y descolorido que esté, se encuentra completo.
La fiesta termina y todos se marchan.
Cuando el hombre intenta quitarse el disfraz, no lo consigue, como si estuviera pegado a él, mientras va aumentando su hambre, acabando con toda la comida de la casa.
La desesperación es tal que intenta averiguar a quién perteneció la casa donde estaba oculto en un viejo baúl, el traje y es cuando descubre la terrible realidad: no es un disfraz, se trata de la piel de un diablo devorador de niños...

Crítica

A priori, me resultó que se trataría de una payasada en toda regla, y en sus primeros diez o quince minutos, así lo creí, pero de repente, todo se precipita hacia un abismo en el que la transformación en ser demoníaco toma las riendas del film.
Toques sangrientos los justos, pero bien hechos y salvajes, y una historia que aunque tiene sus carencias, por lo menos, logró atraparme con más fuerza de la que que esperaba.
La decadente transformación del ser humano en demonio, sucia, malsana y aberrante, es el punto fuerte del film, cuyo final terrible se ve venir desde muy pronto.
Cuando el hombre deja paso a la bestia y se convierte en un voraz devorador de niños, es cuando la película toma un pulso decidido y, aunque tiene altibajos, más o menos te mantiene espectante.
A mi juício, se desaprovecha la explicación de la maldición, aunque las escenas grabadas en la cámara que encuentra la esposa de la víctima endemoniada, me resultaron de lo mejor junto con las escenas del laberinto de los tubos donde juegan los niños y el final.
Cumple lo que promete y quien quiera ver una peli de miedo decente, verá su deseo concedido, si no os gustan los payasos, mejor, así os dará más miedo.

Última claqueta

Nunca me gustaron los payasos.
No es que sufra coulrofobia, pero no me gustan.
Supongo que porque ocultan su rostro de forma exagerada, con proporciones anormales y siempre gesticulan en exceso o tal vez... visioné IT demasiado pronto...
Lo siniestro de un personaje concebido para hacer reir, ante el cual, un niño baja la guardia, y que se convierte en un demonio de afilados dientes cuyo único fin es aniquilar tu corta existencia. Tal vez, visionar IT tan pronto en mi vida fue una mala idea, o quizá no... pues cuando encuentras una peli como esta, en la que la figura del payaso es tan terrorífica como Pennywise, la disfrutas más, porque ese miedo de niño, aún duerme en tu interior y lo escuchas rugir, desde la profundidad del pozo de tu cada vez más lejana niñez, tratando de subir por las oscuras paredes y darte alcance en tu "hoy"...