miércoles, 24 de mayo de 2017

The End: Roger Moore

Entre 1973 y 1985, Roger Moore interpretó siete películas de nuestro querido 007.
Ayer nos dejó uno de los galanes del cine a los 89 años quien también será recordado por El Santo y Los Persuasores.
Descansa en paz 007...

martes, 9 de mayo de 2017

VIEJOS CACHARROS: XI CONCENTRACIÓN SEAT 600 DE CÓRDOBA 2017





















Los vehículos clásicos están de moda, una moda a la que series como Cuentame, han ayudado a fomentar en los últimos tiempos.
Lo que hoy es algo curioso para unos, esas máquinas de una época lejana en la que la gasolina era normal o súper, para otros es pura pasión.
Pero ¿cómo explicar lo que sentimos por esos viejos cacharros?
Son más incómodos, lentos y ruidosos que los de hoy, y sin embargo, estoy por apostar que a muchos de los que poseen un clásico, le dan a elegir entre su vehículo de diario o su verdadero coche, porque no lo dudemos, el clásico es el verdadero coche de los que sienten esa pasión, y se quedan con el clásico.
Intentaré daros mi explicación, luego cada cual, tendrá la propia, pero aquí tenéis la mía...

Los coches de hoy, me refiero a los que vemos por las carreteras y calles de nuestra ciudad, no a coches de súper lujo o mega deportivos, se me antojan iguales en sus formas. Claro es, que ello atiende a factores a los que hoy en día es imposible renunciar, como el coeficiente de penetración o la seguridad, por supuesto, con las ventajas que todos sabemos. Los clásicos populares, término más correcto para denominar a esos viejos vehículos que nos transportaban en nuestra niñez y juventud, gozan de formas únicas según modelo, incluso dentro de la misma marca, lo cual, les confiere una personalidad propia y, como decía Samuel L. Jackson en Pulp Fiction: "La personalidad cuenta".

Otro factor que me resulta atractivo de aquellos cacharros es el sonido de su motor.
De niño, cuando volvía del colegio con un compañero de clase que vivía por mi misma calle, a veces jugábamos a adivinar qué coche era el que se acercaba por detrás de nosotros (lógicamente, íbamos por la acera). A los que no están familiarizados con este mundillo, os puedo asegurar que no era lo mismo escuchar el sonido del motor de un 2CV que de un 850. Mención a parte, el rugir de aquellas bestias como era el Seat 1430, te hacía subir la adrenalina a la misma velocidad que las revoluciones del motor.

Otro aspecto...el olor de cada coche. Los Seat olían a Seat, los Renault tenían su aroma propio, cuando entrabas al habitáculo.

Y para finalizar este pequeño repaso, un aspecto que hoy en día nos cuesta bien el dinero: cualquiera podía cambiarle una bombilla fundida a un coche sin tener que desmontar medio vehículo. estaban hechos no sólo para durar, también para que se le pudieran hacer labores de mantenimiento sencillas con unos conocimientos básicos del automóvil. 
Levantabas el capó de uno de ellos y podías distinguir el carburador, la bomba de agua, incluso la botella del limpia parabrisas. Hoy levanto el capó de un coche y en qué me veo de distiguir el tapón de llenado de aceite...

De aquella época, perviven muchos modelos cuyos dueños, algunos, forman parte de algún club de clásicos y realizan concentraciones en las que muestran con orgullo sus máquinas del tiempo, tan impolutas como cada cual se pueda permitir.
He acudido a varias concentraciones y no os puedo describir con palabras la sensación que sentimos los que compartimos esta afición, pero sí os puedo resumir en una sola palabra la expresión de los que por curiosidad, se acercan a los vehículos: asombro.
Un asombro que en ocasiones encierra nostalgia y lejanos recuerdos de juventud, de niñez y comienzan las anécdotas de aquellas vacaciones por una España ya de color sepia, por el tiempo.
Poseer un coche de estas características es tener un trozo de la historia de la automoción de tu país y de tu historia propia hecha tangible, de recuerdos materializados.

Los clubs de clásicos mantienen viva esta afición y en sus concentraciones, además de lucir sus coches, muestran la riqueza cultural de su ciudad o pueblo.

El Club del Seat 600 de Córdoba organiza la que sería su XI concentración, en un año en que se celebra no sólo el 60 aniversario del Seat 600, sino también, el 20 aniversario de dicho club.
Allí nos reuniremos los días 3 y 4 de junio del presente año, y el corazón de nuestros queridos seillas rugirá de nuevo para deleite del que desee acercarse aunque sólo sea para pasar el rato. 

Para finalizar, os contaré una anécdota del Seat 600, pero no penséis que es una batallita de vacaciones, o de aquel viaje perdido en el tiempo... No... Es una historia de hoy en día, actual...
Me ha pasado en varias ocasiones...

Cuando voy con mi Seat 600, es normal que al detenerme en un semáforo en rojo, las personas de más edad miren al coche y hagan comentarios esbozando una sonrisa, hasta ahí, normal...
Pero cuando el que se queda embobado es un niño de corta edad, que no sabe lo que es un 600 ni se lo han podido explicar y le dice a su madre: "mamá... mira que cochecito"... esto te hace pensar...
Que tal vez no estemos tan locos en nuestro delirio por estas cacharros, que realmente tienen algo, podemos llamarle magia, personalidad, lo que queramos... Son capaces de llamar la atención para alguien que ni los conoció ni siente nostalgia de épocas pasadas.
Tal vez el Seat 600 tenga algo especial, atemporal, mágico...
Para mí y los que piensan como yo, sin duda, lo tiene.

Finalizo este artículo, recomendando unas películas en las que se puede disfrutar de carreras de este tipo de vehículos de los 60 y sobre todo, de los 70, como son las de la saga de "Perros callejeros". Los que no hayan escuchado nunca cómo ruge un Seat 1430... ya estáis tardando...

Si alguien está interesado en la XI CONCENTRACIÖN DEL SEAT 600 DE CÖRDOBA, aquí os dejo el enlace a la página del club:



Saludos a todos los amantes de los clásicos populares y en especial, a los de mi querido SEAT 600